Faluya vuelve a convertirse en la gran trinchera yihadista

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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DELIL SOULEIMAN | Afp

Fuerzas kurdo-árabes se aproximan a la ciudad clave de Manbiy

06 jun 2016 . Actualizado a las 08:57 h.

Dos semanas después del asalto al bastión del Estado Islámico (EI) más cercano a Bagdad, Faluya, a apenas 50 kilómetros, nadie se atreve a fijar el plazo que tardará en quedar liberada. Después de nueve meses de sitio, el primer ministro, Haidar al Abadi, ordenó el ataque a Faluya el 23 de mayo, justo después de una oleada de atentados suicidas del EI en la capital en los que murieron más de cien personas, tras informar la inteligencia iraquí de que esos ataques estaban dirigidos desde ese enclave.

Cuando parecía que Mosul, capital del EI en la provincia iraquí del autodenominado califato, sería el gran objetivo militar del 2016, el primer ministro sorprendió con el avance sobre Faluya, para mostrar a la población su capacidad militar con una conquista más fácil. Sin embargo, con el asalto final a punto de comenzar, la ONU alertó de la presencia de 50.000 civiles que el EI podría usar como escudos humanos, y Abadi detuvo el avance sobre la ciudad, convertida en la gran trinchera de la resistencia yihadista.

Como ocurrió en Tikrit o Ramadi, la fuerte presencia de milicias chiíes de las Fuerzas de Movilización Popular rodeando una ciudad de mayoría suní vuelve a provocar temor sobre posibles venganzas sectarias. Para espantar el temor, el vicepresidente de Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, aseguró que su grupo no va a entrar en la plaza para liberarla, sino que se quedará guardando las del Ejército iraquí en los alrededores. Al Mohandes precisó que su misión fue liberar Al Karma, Al Saqlauiya y Albu Shayel, próximas a Faluya.

Nuevas operaciones en Raqa

Las tropas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, una coalición kurdo-árabe), apoyadas por Estados Unidos, están próximas a Manbiy, otro de los feudos clave del EI, pues está a unos 30 kilómetros de Turquía, en su principal ruta de abastecimiento hacia Raqa. Desde el sábado, esta ruta está bloqueada por los tiros de las FDS, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Privar al EI del acceso a la frontera con Turquía representaría una victoria clave, según los responsables estadounidenses, pues esto permitiría aislar aún más los territorios controlados por el grupo en Siria.

Con este objetivo, los aviones de la coalición liderada por Estados Unidos volvieron a realizar nueve ataques sobre las posiciones del EI en la región; según el centro de mando Centcom. Al mismo tiempo, el EI se enfrenta a dos operaciones militares en la provincia siria de Raqa. Por un lado, el Ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, entró el sábado por primera vez desde hace dos años. Por otro, las FDS avanzan desde el norte, con apoyo de EE.UU.

En Alepo, al menos 23 civiles murieron ayer, según el OSDH, en bombardeos de la aviación siria en barrios rebeldes. Estos bombardeos devastaron las calles del barrio de Qaterji, donde los habitantes intentaban abrir un camino entre los escombros, constató un periodista de la AFP. «Aquí solo hay civiles», gritaba un hombre enfurecido.