Desarrollan una vacuna contra el síndrome de shock tóxico, relacionado con el uso de tampones

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STEFAN WERMUTH | Reuters

La investigación, que está en la primera fase de ensayos, revela que el tratamiento es seguro y eficaz contra una enfermedad que es potencialmente mortal

15 jun 2016 . Actualizado a las 07:42 h.

Un grupo de investigadores del Departamento de Farmacología Clínica del MedUni de Viena ha desarrollado la primera vacuna contra el síndrome de shock tóxico, una enfermedad potencialmente mortal que está relacionada con el uso de tampones y la causan dos tipos de bacterias: la staphylococcus aureus y streptococcus pyogenes. Las investigaciones se encuentran todavía en la primera fase de ensayos y sus responsables advierten de que pasarán todavía varios años hasta su uso clínico, pero los primeros resultados, publicados en la revista científica The Lancet Infectious Diseases y recogidos por The Daily Mail, resultan prometedores.

La enfermedad, de la que advierten habitualmente los prospectos de tampones y que provoca un fallo circulatorio y de órganos, se describió por primera vez a finales de los años 70 por el  pediatra estadounidense J.K. Todd tras detectar la infección por estafilococo en tres niños y cuatro niñas de entre 8 y 17 años. El riesgo de los tampones se relacionada fundamentalmente con su absorción, lo que ha motivado que con el paso de los años -en los 80 eran superabsorbentes y su uso era más prolongado- estos artículos hayan evolucionado y la incidencia de la dolencia por esta causa se haya reducido de forma drástica. La mitad de los casos se dan en mujeres que están menstruando, según los expertos.

Cinco años de protección

 Los estudios llevados a cabo en Viena señalan que la vacuna que se está probando resulta segura y eficaz y no provoca prácticamente ningún efecto secundario, lo que se ha probado en un grupo de 46 hombres y mujeres jóvenes. «La inmunización con vacunas de ese tipo tiene una duración de cinco años o más», explicó el doctor Bernd Jilma.  El profesor añadió que la vacuna se inyecta por vía cutánea y su efecto es similar al de la del tétanos. 

La profesora Martha Eibl, por su parte, destacó que se encuentran «en el camino» de tener una vacuna que prevenga la enfermedad grave, pero advirtió: «Sin embargo, todavía pasarán algunos años antes de que está en uso clínico».