La presión al PSOE para que defina sus pactos crea ya disensiones en el partido

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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J.L.Cereijido | EFE

Pilar Cancela dice que los socialistas tienen más afinidad con Iglesias que con Rivera

15 jun 2016 . Actualizado a las 09:00 h.

Al día siguiente del debate, la pregunta capital de esta campaña electoral sigue siendo la misma. ¿Hará el PSOE presidente a Pablo Iglesias si queda tercero en las elecciones? Y la cuestión, que el socialista Pedro Sánchez se negó a aclarar en duelo a cuatro, continúa sin respuesta. En el Partido Socialista son conscientes de que la presión para que despejen esa incógnita, que viene desde Unidos Podemos, pero también desde el PP, les va a acompañar durante toda la campaña e irá en aumento. Pero, por el momento, tienen decidido mantener la incertidumbre, porque creen que responder esa pregunta no les beneficiaría en nada. «Los españoles no se merecen salir de Mariano Rajoy para meterse en Pablo Iglesias», fue lo más que llegó a decir el martes Antonio Hernando, portavoz de los socialistas en el Congreso.

Sánchez sigue sin responder

El PSOE insistió en no hablar de pactos poselectorales porque «primero» tienen que «hablar los ciudadanos». Hernando dio la vuelta a la cuestión, preguntando a Pablo Iglesias si sigue creyendo que los socialistas tienen «la mano manchada de cal viva» y exigiéndole que «garantice con su firma» que los votos a Unidos Podemos «no servirán» para que el PP siga gobernando España como, a su juicio, ocurrió en la pasada y fallida legislatura.

Pero el propio Sánchez siguió sin aclarar la cuestión y se limitó a afirmar que el electorado de izquierda «sabe que el cambio está al alcance de la mano» y que «el próximo Gobierno dependerá de los votantes del PSOE». «Si acudimos a votar el 26J habrá cambio y el 27 habrá Gobierno dialogante, limpio y socialdemócrata», señaló, al tiempo que lamentó no tener un cara a cara con Rajoy porque los dos candidatos «que tienen opciones» de ser presidente «deben debatir».

Para Unidos Podemos, resultaría capital que Sánchez admitiera que, en caso de quedar tercero, apoyaría a Iglesias. Eso supondría, según el análisis del partido morado, un punto de inflexión que fijaría definitivamente la imagen de que habrá sorpasso, cerraría la puerta a la gran coalición y beneficiaría extraordinariamente sus expectativas. De ahí que un día después del debate, Iglesias no soltara la presa. «Yo no concibo ni me imagino al PSOE compareciendo y diciendo a su gente que han preferido a Rajoy y al PP antes que llegar a un acuerdo de Gobierno con nosotros, pero sería bueno que lo aclararan antes de que los ciudadanos voten. Si el PSOE ya tiene una decisión tomada la debe comunicar», señaló. El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, exigió también al PSOE que aclare su postura, «resuelva su contradicción» y deje clara su política de alianzas porque es «el único partido» que aún no se ha pronunciado sobre los acuerdos que quiere alcanzar después del 26 de junio.

La estrategia de presión de Podemos pasa por sembrar la discordia en el propio PSOE, asegurando que una gran parte de su electorado respalda el pacto con Iglesias. Y, en esa estrategia, ayuda el hecho de que algunos dirigentes socialistas apuesten públicamente por ese acuerdo, evidenciando que existe división en el PSOE en torno a ese asunto. La número dos en la lista por Madrid el 20D y número uno por Barcelona en estas elecciones, Meritxell Batet, ya se desmarcó del discurso oficial y apostó por dar prioridad al pacto con Podemos, en lugar del acuerdo con Ciudadanos al que llegó Sánchez. También la cabeza de lista del PSdeG por A Coruña, Pilar Cancela, señaló el martes que el PSOE tiene «más porcentaje de identidad programática» con Podemos y aseguró que si tras el 20D se buscó el pacto con Ciudadanos fue porque las cuentas no salían solo con los de Iglesias.

Podemos no dejó escapar esa oportunidad. «Parecen haber dos almas en el PSOE. Pensamos que Sánchez se va a decantar por la que impulsa Batet que apuesta por un Gobierno de progreso», afirmaba el martes en Twitter, Jorge Moruno, responsable de discurso del partido morado.

El PP define a Iglesias como «Heidi con coleta»

En el PP consideran que, superado el debate sin mayores problemas, Rajoy no tiene ya escollos de peso hasta que finalice la campaña. Ganará las elecciones y todo dependerá de los pactos que se alcancen. Ese es el análisis. La sensación de los populares rozaba el martes la euforia por la actuación de su líder. «Vimos al de la piel de cordero que antes de las elecciones se transforma, ahora parece Heidi con coleta», dijo en referencia a Pablo Iglesias el portavoz en el Congreso, del PP, Rafael Hernando, que completó su descripción de los rivales de Rajoy definiendo a Pedro Sánchez como «un zombi» y a Albert Rivera como «un veleta» que ha «mentido a todos los españoles». No mucho más comedido se mostró el propio Mariano Rajoy, que calificó de «cenizos» y «frívolos» a sus tres rivales y advirtió de que España «se merece algo más que chascarrillos y críticas por parte de personas que no han gestionado un euro en su vida». «No se puede construir sobre la base de ser negativo, de ser cenizo, de no reconocer las cosas buenas, que son muchas, que tiene España», señaló el líder popular, para quien el debate dejó claro «que en España hay un proyecto en marcha, consolidar la recuperación y, enfrente, mucho ruido». «No veo ahí un proyecto claro para España. Solo gente empeñada en contarnos lo mal que ven las cosas, insistió. Aún así, eludió el triunfalismo y no dio por seguro que gobernará tras el 26J. «Eso ya veremos», respondió a la pregunta de si tras el debate ve más fácil o más difícil la posibilidad de que se forme la gran coalición.

Ciudadanos ve una pinza entre el PP y Podemos

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, cree que Mariano Rajoy y Pablo Iglesias han hecho «pinza» porque en el debate «ni se rozaron». Negó que él tuviera un pacto de «no agresión» con Pedro Sánchez y afirmó, por el contrario, que sí hubo un acuerdo «no escrito» entre Rajoy e Iglesias «para no criticarse». Respecto a los pactos, solo apoyará un Gobierno «de cambio y regeneración».