Cameron eleva a 42.000 millones los ajustes que tendrá que hacer si se impone el «brexit»

Rita Álvarez Tudela LONDRES / E. LA VOZ

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CHRIS J RATCLIFFE | AFP

Los partidarios de la salida no respetarán el Tratado de Lisboa en caso de ganar el referendo

16 jun 2016 . Actualizado a las 09:10 h.

Potente golpe de efecto de David Cameron para revertir la dirección de las encuestas. Su ministro de Hacienda, George Osborne, presentó ayer el presupuesto de emergencia que pondría en marcha en caso de que triunfe el brexit el día 23. Incluye la reducción de gasto público y el aumento de impuestos para hacer frente a «un agujero negro» de 30.000 millones de libras (unos 42.000 millones de euros).

Osborne echó mano de un informe del independiente Instituto de Estudios Fiscales para intentar llevar la campaña del referendo de vuelta al debate económico, terreno fuerte de los partidarios de seguir en la UE, y alejarlo así del debate migratorio, más favorable para los partidarios de la salida. La mano derecha del primer ministro no tendría otro remedio que subir los impuestos sobre la renta y la herencia, así como reducir la partida para el sistema sanitario, el NHS, según anuncia en una carta publicada en The Times. en la que agrega que Londres no sería capaz de mantener el tamaño de los servicios públicos que tiene si se desvincula de Bruselas.

Lo que quizás no esperaba fue la respuesta que recibió. El líder laborista, Jeremy Corbyn, le dejó claro que no apoyaría un presupuesto de emergencia. Pero desde su propio partido, un total de 65 parlamentarios tories le reprocharon que su medida era «insostenible» y anunciaron que, si intenta ponerla en marcha, lo bloquearán en el Parlamento. «Es absurdo afirmar que, si la gente vota por recuperar el control cedido a la UE, los castigaría de este modo», declararon. Otros partidarios del brexit fueron más allá, calificaron a Osborne de «profecías histérico de la fatalidad» y pidieron su cese. Nigel Farage, líder del euroescéptico UKIP, pidió ignorar «su presupuesto fantasioso».

La considerada por los expertos como última gran baza de Cameron para influir en los votantes y hacer frente a la subida de los partidarios del brexit en varias encuestas se encontró, además, con que la campaña favorable a la salida hacía pública una hoja de ruta sobre cómo negociarían la salida del Reino Unido de la UE.

Su idílico plan fija el 2020 como el año de la escisión definitiva y pasa por saltarse el Tratado de Lisboa para evitar someterse a dos años de negociaciones. Así, quieren que normativas como el que denominan «infame» control del Tribunal Europeo de Justicia sobre la seguridad nacional llegue pronto a su fin y que se den «pasos reales para limitar la inmigración». El idílico camino tropezó, sin embargo, con un reverso inesperado al afirmar Farage que «no tiene absolutamente ni idea» de qué pasará si gana el brexit. «Lo que sí sé es que la delegación de UKIP en el Parlamento Europeo tendrá un importante trabajo los próximos 18 meses o dos años porque tendremos que ser el canario de un pozo, avisando al pueblo británico de si el Gobierno incumple los deseos del electorado».

La flotilla de Farage, a manguerazos con la de Bob Geldof

STEFAN WERMUTH | Reuters

Las redes sociales ya la bautizaron como la batalla del Támesis. El río de Londres fue escenario ayer de una refriega naval que enfrentó a los partidarios de irse y y a los de quedarse en la UE. Cuando una flotilla de pesqueros encabezada por el líder del UKIP, Nigel Farage, llegaba a las inmediaciones de Westminster, se encontró con que le salían al paso varias embarcaciones del bando europeísta. La voz cantante de este segundo grupo era, ¿cómo no?, el artista Bob Geldof, que atronó a sus rivales con la canción The In Crowd. Los dos grupos se cruzaron manguerazos obligando a actuar a la Policía. Gracias a ello, la sangre no llegó , nunca mejor dicho, al río.