Asegura que lo seguiría teniendo aunque tuviera que provisionar la aportación de los institucionales en la salida a Bolsa
16 jun 2016 . Actualizado a las 18:42 h.El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha defendido la solvencia de la entidad asegurando que esta seguiría «en el máximo nivel entre los grandes bancos españoles» incluso si tuviera que provisionar la aportación de los inversores institucionales en la salida a Bolsa de julio del 2011, que acudieron por un total 1.237 millones. A la pregunta de si, como hicieron con el tramo minorista, Bankia provisionará el dinero para hacer frente a potenciales reveses judiciales, Goirigolzarri respondió que no, aunque subrayó que son «gestores muy prudentes, como demostramos con las provisiones para el tramo minorista, lo que nos permitió reaccionar con rapidez ante la sentencia del Tribunal Supremo».
«Pensamos que no hay que hacer ningún ejercicio de provisión especial», ya que las demandas «actuales» presentadas por los institucionales ascienden a 25 millones y el banco mantiene su posición al respecto de la oferta pública de suscripción (OPS). La última reclamación judicial ha sido la formulada por Iberdrola, aunque el presidente ha asegurado que aún no la han recibido y que solo la conocen por los medios de comunicación, mientras que sobre lo manifestado la víspera por el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, que dijo que la compañía aún estaba analizando si reclamar o no, pese a que veían complicado que los tribunales les dieran la razón, Goirigolzarri indicó no consideraba que hubiera habido ningún cambio de postura. «Al señor Huertas no le he oído decir nada diferente de lo que ya había dicho», sentenció.
10.000 millones menos de márgenes
En su intervención en el curso de verano ¿Qué hemos aprendido de la crisis?, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, el presidente de Bankia también estimó que la bajada de tipos de interés propiciada por la política monetaria del BCE en los últimos años había permitido que las familias españolas se ahorrasen 13.000 millones de euros en el pago de intereses entre el 2012 y el 2015, que se habían trasladado desde los resultados de la banca a las rentas de los hogares. En el caso de las empresas, calculó que el ahorro ascendió a 24.000 millones de euros en el mismo período, mientras que los bancos habían reducido sus márgenes en 10.000 millones, pese a que el sector también se había beneficiado de financiación más barata.