Goirigolzarri defiende alargar el plazo para privatizar Bankia

A. B. SANTANDER / LA VOZ

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Pedro Puente Hoyos | EFE

El presidente de la entidad apela a que el objetivo es recuperar el mayor porcentaje posible de los casi 22.500 millones de euros de dinero público inyectado

17 jun 2016 . Actualizado a las 07:15 h.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, defendió el jueves la conveniencia de que se alargue el plazo para privatizar de nuevo el 100 % de la entidad financiera, fijado ahora para el 31 de diciembre del próximo año. Lo hizo en el curso de verano de la UIMP, en Santander, y apelando a que el objetivo es recuperar el mayor porcentaje posible de los casi 22.500 millones de euros de dinero público inyectado en el banco, algo que no ocurriría con la actual cotización del valor, en el entorno de los 70 céntimos de euro por acción, lejos de los 1,50 euros que permitirían recuperar las ayudas de las que, hasta ahora, han devuelto 1.627 millones.

El banquero recordó que es una ley española y no la imposición de Bruselas, la que estableció el 2017 como el año de la privatización. «La cuestión es si se modifica o no esa ley. Y eso está alejado de mi responsabilidad, pero hay dos factores -la situación del mercado y la perentoriedad de los plazos- que deben analizarse para recuperar el dinero de los contribuyentes», dijo, apuntando que «analizar, reflexionar y que se tomen las decisiones que toquen sobre alargar ese plazo creo que tiene sentido». En su opinión, también tendría «sentido industrial» una posible fusión de Bankia con BMN, otra entidad nacionalizada. «Sin haber visto los números, porque no toca, sí tiene sentido, porque son entidades complementarias», explicó, para puntualizar que «aún estamos muy lejos de ese escenario», ya que Bruselas no le permite ninguna operación de compra hasta diciembre del 2017.

En contra de ser banca pública

En su intervención en la UIMP, Goirigolzarri también se mostró absolutamente contrario a que Bankia acabe transformándose en banca pública, como plantea Podemos. «No comparto el modelo de banca pública», dijo, sentenciando que no conoce «ningún ejemplo de banca comercial que sea pública y sea sostenible, ni tampoco ningún caso de banco sostenible que se utilice como instrumento de política económica».

Defendió su postura explicando que usar un banco público como instrumento contracíclico, es decir, para dar más financiación en momentos de crisis, «es pan para hoy y hambre para mañana». Dar crédito de ese modo, dijo, «acaba conduciendo a una crisis financiera». A este argumento sumó un tercero -político- recordando el reciente modelo de banca pública que hubo en España: «En su consejo se representaba a partidos políticos, sindicatos y patronales, y es evidente a dónde nos llevó ese modelo».

Respecto a la posibilidad de que Bankia provisione la aportación de los inversores institucionales en la salida a Bolsa del 2011, que acudieron por un total 1.237 millones, el presidente negó que sea necesario, ya que solo había recibido demandas por importe de 35 millones de euros.