Sangre asturiana en la serie «Animal Kingdom»

efe REDACCIÓN

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La actriz española Christina Ochoa, hija del escultor Vïctor Ochoa y sobrina nieta de Severo Ochoa, da sus primeros pasos en Hollywood

18 jun 2016 . Actualizado a las 20:50 h.

La actriz española Christina Ochoa lleva el arte y las ganas de crear en las venas, aunque, en realidad, la hija del escultor Víctor Ochoa y sobrina nieta del científico Severo Ochoa, descubrió su pasión por la interpretación sin que su familia influyera a la hora de tomar ese camino.

«Severo era un hombre muy familiar. Se habría reído si me ve trabajando en Hollywood. Me diría: «Buena suerte, niña. Espero que esté orgulloso de mí y de comprobar que he perseguido mis sueños, justo como él hizo, desviándose de lo que sus padres querían para él», dijo la intérprete, de 31 años, en una entrevista con Efe. Sin embargo, la presión de tener esos ejemplos directos tan exitosos en su familia es algo que pesaba mucho sobre sus hombros cuando daba los primeros pasos en la industria.

«Es algo que me intimidaba. Una responsabilidad que yo misma me imponía. Si iba a actuar, quería tener éxito y ser la mejor posible. Me hacía tener dudas. ¿Y si no soy suficientemente buena? Pero ahora uso esos referentes como inspiración. Eso viene de la confianza que te da trabajar. Soy dueña de mi proceso», apuntó la joven. A Ochoa, con estudios de Oceanografía y Biología marina, le apasionan esos campos, pero más aún la interpretación.

Y ahora mismo está de enhorabuena gracias a su irrupción en «Animal Kingdom», la nueva serie estrella de la cadena TNT, adaptación de la película australiana homónima estrenada en 2010, donde tiene un papel secundario y comparte escenas con nombres como Ellen Barkin o Scott Speedman. En la serie, Ochoa encarna a Renn Randall, pareja de uno de los hermanos del clan familiar protagonista, envuelto en una serie de crímenes ocurridos en el sur de California. «Son una pareja a la que les mueve la adrenalina. Montar en moto, surfear, usar drogas... Son amigos desde hace muchos años y ella es su camello. Hay mucha competitividad entre ellos. Juegan siempre a ver quién llega más lejos. Es una relación oscura, pero se quieren», manifestó.

Ochoa aún no sale de su asombro cuando ve trabajar tan de cerca a un icono como Ellen Barkin, nominada a los Globos de Oro por «Switch» (1991) y la miniserie «Before Women Had Wings» (1997). «Simplemente cuando nos sentamos a leer los guiones, te das cuenta de que desprende talento de forma natural y sin esfuerzo. Es increíble. Sabe perfectamente lo que hace. Trabajar con todos estos actores y conocer sus métodos está siendo increíble», indicó. «Como actriz nueva que soy, en mi primer papel de relevancia, no podría haber tenido mejor escuela», manifestó.

En julio, además, hará las maletas para trasladarse a Sudáfrica, donde rodará hasta diciembre la serie «Blood Drive», un proyecto de ciencia ficción con reminiscencias de «Mad Max» que prepara para el canal Syfy, donde disfrutará del primer papel protagonista de su carrera. «Lo afronto con muchas ganas», indicó. «Mi personaje es una guerrera tremenda. No pide perdón por nada de lo que hace, suelta palabrotas constantemente, intimida a los hombres... Tiene el control. Es una especie de Teniente Ripley o Sarah Connor», dijo en alusión a las heroínas de «Alien» y «Terminator».

Aunque está dando sus primeros pasos en Hollywood, Ochoa ya ha aparecido previamente en series como «Modern Family» o «Matador», junto a Robert Rodríguez. Por eso, sabe perfectamente lo difícil que es para actrices extranjeras hacerse con papeles pensados originalmente para estadounidenses, aunque ella parte con la ventaja de que no tiene acento ni unos rasgos clásicos españoles. «Lo curioso es que ahora mismo se busca mucho el aspecto étnico. Buscan muchos asiáticos, latinos, negros... A mis amigas, en su mayoría blancas, no las contratan. Para los extranjeros se están abriendo mucho las puertas, incluso en papeles protagonistas», finalizó.