Los productores perciben 0,319 euros por litro, el nivel más bajo en seis años, y el precio no deja de descender. Mercedes Cruzado, presidenta de COAG, lo achaca al fin de las cuotas lácteas
06 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El precio medio de la leche de vaca percibido por el ganadero asturiano en mayo fue de 0,319 euros por litro, un 1,8 por ciento inferior al del mes anterior y un 2,7 por ciento menor que el de hace un año, según ha informado este martes la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). Esos 0,319 euros que reciben los ganaderos suponen el precio más bajo desde agosto de 2015, cuando el precio de la leche alcanzó un importe similar. Para encontrar uno más bajo hay que remotarse a 2010.
Algunos ganaderos están cobrando incluso menos de 20 céntimos por parte de sus producciones de leche debido a la generalización, por parte de la industria láctea, del llamado doble precio: uno para una parte de la producción que oscila entre el 60 y el 80% y otro para el resto, que la industria utiliza teóricamente para fabricar leche en polvo pero del que no existe ninguna garantía de que no se facture como leche normal, lo cual explicaría los precios por cartón de 20 céntimos que a veces se ven en algunos supermercados.
Mercedes Cruzado, secretaria regional del sindicato agroganadero COAG, califica de «dramática» y «terrible» la situación, que achaca fundamentalmente al fin de las cuotas decretado en 2015. Hasta el 1 de abril de ese año, explica, «cada ganadero tenía una cantidad límite de leche que podía producir y que se calculaba más o menos en función de las necesidades del mercado, pero ahora todo el mundo puede producir lo que quiera». De resultas de ello, algunos países de Europa han aumentado muchísimo la producción, haciendo descender con ello los precios, y además ello ha coincidido con el veto impuesto recientemente por Rusia a la leche europea, que ha hecho que la leche que algunos países europeos exportaban a ese país ahora se haya trasladado a países como España, haciendo una fuerte competencia en baratura a las leches locales.
Por otro lado, también ha descendido el consumo de leche. Según lamenta Cruzado, «se está promocionando otro tipo de supuestas leches que no son tales: de soja, de arroz, de almendra, etcétera, que es algo que seguramente a largo plazo va a dar problemas a la gente pero que a día de hoy tiene muy buena publicidad y va en detrimento de la leche de vaca». Añade Cruzado que, entre quienes no han dejado de comprar leche de vaca, no es habitual la preocupación por la calidad. «En Asturias la leche es de gran calidad, porque aquí la mayor parte de las vacas, a diferencia de en otros sitios, todavía pasta fuera, al sol, andando por los caminos, e incluso la grasa de nuestra leche es cardiosaludable, según han comprobado algunos científicos», se enorgullece, para luego lamentar que «eso el mercado no lo reconoce, porque la gente va a comprar leche y si puede comprarla de marca blanca y a veinte céntimos no la compra a un euro».
Cruzado habla abiertamente de crisis del sector. «Mientras que los insumos, es decir, lo que los ganaderos tenemos que comprar para tener una explotación -piensos para los animales, pagos a veterinarios, electricidad, semillas, gasoil, etcétera- siguen subiendo y subiendo de precio, el precio de la leche no hace sino bajar», expone, y lamenta que «en Asturias están cerrando explotaciones todos los meses». Se da, incluso, la situación, asegura Cruzado, de «ganaderos que aunque quieran cerrar no pueden porque deben más dinero del que sacarían vendiendo todo lo que tienen».
Al decir de Cruzado, de hecho, nunca ha estado tan mal este sector. «En mi casa», cuenta, «hubo vacas siempre, y jamás hemos vivido una situación como ésta. Pudiera ser que estuviéramos así un mes o dos, pero que se esté año y pico de esta manera jamás pasó, y además no hay visos de que la cosa vaya a cambiar».