Bruselas dará mañana luz verde a la sanción a España por el déficit

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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FRANCOIS LENOIR | Reuters

De Guindos viaja hoy de urgencia a Estrasburgo para evitar que haya multa

06 jul 2016 . Actualizado a las 07:14 h.

Vía libre para apretar las tuercas a los incumplidores. La Comisión Europea activará mañana el procedimiento sancionador contra España por incumplir el déficit en el 2015. El Gobierno de Mariano Rajoy se saltó el objetivo del 4,2% y no tomó medidas para evitarlo, según constata Bruselas. La relajación fiscal en la que se sumergió el Ejecutivo español en plena campaña electoral tendrá un precio. Ahora se enfrenta a una multa que podría alcanzar el 0,2% del PIB nacional (2.200 millones de euros) y supondría la suspensión de los fondos estructurales.  La decisión de dar luz verde al mecanismo de sanciones se tomó ayer tras el debate que mantuvo el colegio de comisarios en Estrasburgo. La medida se hará efectiva mañana. «Las reglas del Pacto de Estabilidad tienen que ser respetadas, pero han de aplicarse con inteligencia», aseguró el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici.

A pesar de la confianza del ministro español de Economía, Luis de Guindos, en que Bruselas no se adentraría en la senda de las sanciones, la voluntad de los halcones del euro se ha impuesto. No habrá clemencia como hubo con Alemania y Francia en el 2003. España y Portugal deberán cargar con el estigma de ser los primeros países en ser castigados por violar el Pacto de Estabilidad, a pesar de haber decenas de precedentes. El apetito por ensañarse con España aumenta y De Guindos se ha visto forzado a modificar su agenda para acudir hoy de urgencia a Estrasburgo, donde se reunirá con Moscovici y el comisario del Euro, Valdis Dombrovskis, férreo defensor de aplicar correctivos a los países incumplidores. La esperanza del Gobierno español es que la multa se quede en papel mojado.

¿Es posible? Sí. El colegio de comisarios está dividido sobre la dureza con la que se debe tratar a España. Al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, le queda un estrecho margen de maniobra para mitigar el golpe. Ya concedió a Rajoy una tregua en el mes de mayo aplazando la decisión hasta después de las elecciones del 26-J. El luxemburgués no podrá evitar que se active el procedimiento, pero sí jugará con el calendario para ganar tiempo.

La decisión formal se adoptará solo cuatro días antes de la próxima reunión de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin), quienes tienen que ratificar o echar por tierra la propuesta de sanciones. Con tan poco tiempo será difícil que incorporen el expediente a la agenda del día, lo que obligaría aplazar el debate al mes de octubre, cuando está previsto el próximo cónclave de ministros. Mientras tanto, España tendría tiempo para formar Gobierno y enmendar sus presupuestos, o dicho de otra manera, de dar forma a la promesa que hizo Rajoy a Juncker de recortar donde fuera necesario para cumplir el déficit. Es la única vía posible de reducir la multa a cero o congelar el procedimiento. Si por el contrario, el Ecofin decide abordar el dosier, el día 27 De Guindos podría volver a Madrid con una multa en el bolsillo.

España y Portugal no batallan solos. Detrás del escenario, se libra una contienda entre países acreedores (Alemania y Holanda) y deudores (Francia e Italia). Ironías del destino, el Gobierno de Rajoy tiene como socios a tres socialdemócratas (François Hollande, Matteo Renzi y Antonio Costa). Su aliada conservadora, Angela Merkel, no ha tardado mucho en traicionar al «alumno aventajado» de Berlín. Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, pide la guillotina para los rebeldes.