«Había rumores de tiroteos... No se sabía exactamente lo que pasaba»

Oriol López
Oriol López REDACCIÓN

ACTUALIDAD

Alberto Estévez

María Fueyo, enfermera de La Felguera residente en Niza, cuenta en primera persona lo ocurrido durante el atentado

16 jul 2016 . Actualizado a las 10:24 h.

«Bueno, estoy algo nerviosa. El hospital, tranquilo». Así comienza su relato María Fueyo, una enfermera asturiana que ha vivido en tensión las últimas horas debido al atentado de Niza. Natural de La Felguera, casada y con dos hijos, reside en la ciudad de la Costa Azul desde hace doce años. Al parecer, la familia estaba cenando en el puerto cuando se sucedieron los acontecimientos y han salido completamente ilesos del suceso. «Nosotros estábamos cenando en la zona del puerto y, de repente, oímos como si fueran tiros y gente corriendo, no sabíamos qué pasaba», afirma a La Voz de Asturias.

«Yo pregunté y decían que había un atentado», relata la enfermera, que asegura que había mucha gente con niños «en pánico». María y su familia se fueron a casa cuanto antes, ya que viven en el centro. Por el camino, se encontraron con unas chicas que no sabían qué hacer y les pidieron ayuda. «Eran un grupito de chicas adolescentes, estaban llorando, asustadas, y nos pidieron si podían ir a nuestra casa», según relata la felguerina. Desde que subieron a casa y tuvieron idea de lo que estaba ocurriendo todavía tendría que «pasar un buen rato» hasta que los noticiarios arrojaron luz sobre los sucesos, poniendo fin a la confusión.

La asturiana trabaja en un hospital de oncología, al lado de hospital Pasteur donde acuden las urgencias, y pudo ver con sus propios ojos cómo fue la reacción de los servicios médicos nizardos. «En mi planta trabajo en reanimación. No hubo heridos, pero los residentes estuvieron toda la noche allí y no pararon de operar», comenta. Según indica, todos los cirujanos residentes fueron movilizados para ayudar y dar respuesta a la gran cantidad de heridos.

Un día después, la ciudad parece estar en calma y los franceses han seguido las instrucciones del gobierno, que les insta a permanecer en sus casas. «La ciudad está muy tranquila, parece un domingo», concluye la sanitaria su relato, añadiendo que el paseo de la playa estará cerrado por las autoridades «hasta nueva orden».