La tensión política en Turquía pone en jaque en Asturias un negocio de 240 millones

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Sistema de ventilación fabricado por Zitrón
Sistema de ventilación fabricado por Zitrón

Las empresas de la región consideran que sus relaciones comerciales con el país otomano no están en peligro pero reconocen la dificultad para abrir nuevos nichos de mercado

24 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En un mercado globalizado como el actual, cualquier movimiento político de relevancia tiene consecuencias en prácticamente todo el mundo. Y si esa acción es un golpe de estado seguido de una feroz represión en un país del tamaño de Turquía, sus efectos son difíciles de calcular. En ese contexto de incertidumbre, las empresas asturianas se juegan un negocio de 240 de millones. Aunque por el momento las compañías de la región se muestran cautas y aseguran que sus planes estratégicos en el país otomano permanecen inalterables, las sociedades que buscan abrir nuevos nichos de mercado reconocen que la situación no es la idónea y que, por el momento, tienen aparcados sus planes.

Según consta en los registros oficiales del ICEX, 36 empresas del Principado exportaron productos el año pasado a Turquía. Además, otras 26 importaron del país otomano. En conjunto, las ventas de las compañías de la región en Turquía ascendieron a 199,3 millones de euros, mientras que las compras supusieron otros 40,9 millones. En total, un negocio de más de 240 millones que ahora está en entredicho debido a la tensión que vive el país. En lo que va de año, entre los meses de enero y abril, las exportaciones supusieron 51,7 millones y las importaciones 7,04 millones.

El golpe de estado sorprendió a los empresarios, que vivieron la situación con incertidumbre y preocupación. A pesar de ello, en líneas generales consideran que sus relaciones comerciales son fuertes y estables y aseguran que la tensión que vive el país no les hará abandonar sus negocios. Esta es la opinión de Pedro Quirós, director de Exportaciones de Zitrón, empresa asturiana que forma parte de la Cámara de Comercio Hispano-Turca. Quirós explica que «llevamos 15 años allí y nuestra posición es a largo plazo». Aunque reconoce que vivieron el golpe de estado con «incertidumbre», no tienen intención de variar su plan de negocio y «no nos replanteamos nuestra situación». Zitrón creó en Turquía la filial Zitrón-Havalandirma, compañía con la que factura unos cinco millones anuales de media. En el país otomano vende principalmente sistemas de ventilación para el metro y para minas. Por el momento, desde la empresa asturiana piden «tranquilidad».

Una opinión similar a la de Quirós es la de David Hernández, director General de Dropsens, quien reconoce que «de momento no nos hemos visto afectados por la nueva situación». La compañía tiene un distribuidor en Turquía que «mantiene una actividad normal», y explica que los envíos que realizan sigue la normalidad habitual y que tampoco están notando retrasos. Dropsens exporta sensores químicos y mueve un negocio de unos 100.000 euros con el país otomano. A pesar de que hasta ahora su negocio no se ha resentido, Hernández señala que su distribuidor está en Ankara y que «al principio hubo incertidumbre pero cuando vimos que el golpe no prosperaba nos tranquilizamos». Por último, apunta que sus socios le han transmitido que no habrá «ningún problema».

Nuevos nichos de mercado

Las compañías arraigadas en Turquía mantienen la esperanza de la que la nueva realidad no les afecte, aunque la situación es más complicada para las que intentan abrir nuevos negocios. Este es el caso de Fast Eurocafé, propietaria de Cafés Oquendo. Marina Rayón, directora de Exportaciones, afirma que, hasta el momento, sus negocios en Turquía han sido operaciones puntuales. Reconoce que el año pasado intentaron centrar sus esfuerzos en abrir nuevos nichos de mercado, ya que consideran que hay muchas oportunidades, pero que por el momento han frenado la idea. Según explica, después de un par de visitas comerciales, sus contactos en el país otomano les explicaron que «la situación no estable» y son sus socios potenciales los primeros que les frenan. En opinión de Rayón, el problema no es exclusivamente el golpe de estado, que lo agrava todo, sino que la incertidumbre es palpable «desde hace meses». Por ello, Fast Eurocafé ha dejado de lado sus proyectos.

Entre las 36 empresas que exportan desde el Principado a Turquía se encuentran grandes multinacionales pero también empresas más modestas. Son compañías de sectores muy diferentes entre las que se encuentra, por ejemplo,  ArcelorMittal, Bayern, Hierros Cantón, Industrias Lácteas Asturianas, Samoa Industrial o Nortec Promociones y Comunicaciones.