Cientos de miles de turcos convocados por la oposición se manifiestan contra el golpe y la purga de Erdogan

La Voz AGENCIAS / LA VOZ

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OZAN KOSE | Afp

Amnistía Internacional denuncia que «hay pruebas creíbles» de abusos y del uso de tortura contra los detenidos tras la fallida intentona

24 jul 2016 . Actualizado a las 20:54 h.

Cientos de miles de personas se han congregado en la céntrica plaza de Taksim en Estambul, convocadas por el opositor partido socialdemócrata CHP, para condenar el fallido golpe militar y toda desviación de los principios republicanos y laicos en el país.

Los manifestantes se pronunciaron tanto contra todo tipo de intervención militar como contra lo que consideran una preocupante deriva autoritaria del Gobierno del presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan. El CHP temen que Erdogan utilice el estado de emergencia, en vigor desde el jueves, para imponer un gobierno no compatible con valores democráticos.

«Ni golpe de Estado, ni diktat, gritaron los manifestantes para manifestar su inquietud ante la respuesta del poder tras la intentona. Esto ocurre en tanto Amnistía Internacional (AI) afirmó en la jornada que «hay pruebas creíbles» de abusos y del uso de tortura contra personas detenidas.

La concentración multitudinaria en la icónica plaza tiene lugar bajo estrictas medidas de seguridad. Un mar de banderas rojas turcas, podían verse numerosos retratos de Mustafa Kemal Atatürk, padre de la república y símbolo del CHP. Pero, en un gesto de unidad patriótica después de la intentona golpista, el partido islamo-conservador del presidente Erdogan (AKP, Partido de la Justicia y el Desarrollo) se unió a la iniciativa.

Así, por primera vez opositores y partidarios de Erdogan, bajo presión por haber lanzado una purga masiva en el aparato estatal, se manifiestan juntos. El acto tiene lugar en esta megalópolis de 15 millones de habitantes y en un día de transporte gratuito. Busca resolver las divisiones abiertas tras el intento de golpe de Estado del 15 de julio, que provocó 270 muertos en total y luego purgas masivas lanzadas por el gobierno en respuesta.

GURCAN OZTURK | Afp

«Defendemos la república y la democracia», «La soberanía pertenece al pueblo sin condiciones», o «No al golpe de Estado, sí a la democracia», rezaban algunas de las pancartas. Muchos opositores al gobierno, además de rechazar a los golpistas, preocupados por la instauración del estado de emergencia, clamaban: «El poder al pueblo (...) Turquía es laica y seguirá siéndolo».

El primer ministro, Binali Yildirim, había tuiteado que «este país de turcos, kurdos, alevíes» y seguidores de los mayores partidos de la oposición están «unidos y dan una lección necesaria a los golpistas». «Turquía vigila su democracia... Esta vigilancia continuará hasta que los elementos antidemocráticos sean eliminados», escribió Yildirim en un editorial del diario HaberTurk.

El número de supuestos conspiradores supera los 13.000 entre soldados, policías, funcionarios de la justicia y civiles, todos afectados por una purga que ha alarmado a los líderes europeos. Amnistía Internacional, por su parte denunció que «dispone de información creíble según la cual la policía turca en Ankara y Estambul mantienen a detenidos en posiciones dolorosas durante periodos que pueden llegar hasta 48 horas», y menciona la privación a éstos de alimentos, agua y medicamentos, injurias, amenazas y, «en los casos más graves», golpes, torturas y violaciones.