Erdogan se ensaña con los antiguos aliados en los que perdió la confianza

Laura Fernández Palomo ESTAMBUL / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

KENAN GURBUZ | Reuters

La represión llega al exgobernador de Estambul y a generales bajo mando de la OTAN

27 jul 2016 . Actualizado a las 07:29 h.

En las protestas antigubernamentales de 2013, el que fuera gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, no disimuló de qué lado estaba al advertir a los jóvenes que, si permanecían acampados en el céntrico parque de Gezi, correrían peligro de muerte. En los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad llegaron órdenes de utilizar cañones de agua «con una solución médica», reconoció el mismo Mutlu, y gas lacrimógeno. Al mismo tiempo justificó la detención de médicos por ayudar a los que protestaban. El martes, Mutlu fue detenido por el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, que en su día confió en él para ese cargo, «como parte de una investigación» sobre el fallido intento de golpe.

De similar perfil es la conocida periodista Nazli Ilicak, también arrestada tras un llamativo despliegue policial. La influyente comunicadora defendió hasta 2013 al actual presidente de Turquía en las páginas del progubernamental Sabah, entonces propiedad del yerno de Erdogan. El despido de Ilicak llegó tras críticas al Gobierno y la defensa de la investigación anticorrupción promovida por fiscales simpatizantes de Gülen. Ilicak se encuentra entre los 42 periodistas con órdenes de detención emitidas el lunes. Ocho de ellos ya han sido arrestados, como la ex periodista del diario gulenista Zaman, Hanim Büsra Erdal. En el punto de mira está el comentarista Bulent Mumay y el redactor jefe de Fox TV en Turquía, Ercan Gun.

Así, los que en su momento fueron aliados de Erdogan, son hoy sospechosos de pertenecer al movimiento del clérigo Fethullah Gülen. Muchos de ellos son los nombres que hasta 2013 representaban la simbiosis entre el movimiento espiritual y social de Gülen, de corte islamista, y la formación política de Erdogan, también islamista, el AKP. El presidente turco no duda en ponerlos a la sombra pese a las advertencias para no extralimitarse que recibe de la comunidad internacional

La purga llegó el martes hasta el extranjero, con la detención de altos mandos militares turcos que servían con la OTAN en Afganistán para entrenar y aconsejar a las fuerzas de seguridad afganas. El general Mehmet Cahit Bakir, comandante de las fuerzas turcas en el país asiático, y el general de brigada Sener Topuc fueron arrestados en el aeropuerto de Dubái y transferidos a Turquía. En total, son ya más de 13.000 los turcos detenidos, tras la asonada fallida.  

Aún con la casa revuelta, Erdogan sigue retando a la Unión Europea, a la que califica de deshonesta y a la que ha acusado de no respetar sus compromisos en materia de refugiados. Un portavoz de la Comisión le respondió que se están cumpliendo los acuerdos. Mientras que Erdogan dice que solo se han entregado «uno o dos millones» de los 3.000 millones que recibirá, la UE aclara que ya fueron destinados 740 millones del presupuesto comunitario. Antes de fin de mes, esta cantidad se incrementará en 1.400 millones de euros, hasta unos 2.150 millones.