Elkan Albayrak: «Me preguntan por qué defiendo a los que consideran traidores de la patria»

Uno de cada cuatro jueces y fiscales ha sido detenido en Turquía tras la intentona golpista del 15 de julio. El abogado de 48 años Elkan Albayrak ha visitado a varios de ellos en Estambul, Gaziantep y Ankara para asumir su defensa. Lo hace con el «miedo justo», porque está recibiendo presiones y porque las acusaciones de sus representados carecen de pruebas. Este profesional del Colegio de Abogados de Estambul y miembro de la Asociación de Juristas de Kartal se muestra escandalizado por las irregularidades que salpican el proceso y cree que es el momento de proteger la seguridad jurídica en el país aunque lo acusen de defender a los «traidores de la patria». 

-¿Cuántos jueces y fiscales han sido detenidos?

-De los 3.000 arrestados, 2.000 han pasado a prisión preventiva y el resto están aún en detención policial. Hay celdas de diez metros cuadrados en las que han metido a seis o nueve jueces y fiscales. Eso vulnera sus derechos.

-Tantos seguidores de Fetulá Gülen había en la judicatura?

-Tras las elecciones del Consejo del Poder Judicial en el 2014, ganaron los afines al Gobierno de Erdogan que se terminaron convirtiendo en informadores, y hacían listas de los allegados al movimiento del clérigo Gülen. Después del golpe, han aprovechado la oportunidad para utilizar esas listas. Hay cosas curiosas. En la lista de Gaziantep aparecía un fiscal que murió hace tres meses y cuatro o cinco que todavía no habían asumido su cargo.

-¿De qué se les acusa?

-Hay dos acusaciones: ser miembro de la organización terroristas de Fetulá Gülen, FETO, y conspirar para derrocar al Gobierno. Pero sin añadir documentos o fotografías. Solo han escrito la ley a la que se refiere el delito, sin aportar prueba alguna.

-¿Y quién aportará las pruebas?

-No lo sabemos. Hace años se abrió una investigación contra Gülen por formar una organización armada, pero hubo una sentencia que lo negaba y en el 2008 el Supremo confirmó la absolución. Eso fue bajo el Gobierno del AKP cuando todavía eran aliados. Desde que se enemistaron en el 2013, se le ha vuelto a considerar terrorista sin que conste en ninguna resolución. Pero en esta ocasión, la primera acusación de pertenencia a FETO lleva automáticamente a la segunda de golpista.

-Por tanto, se están cometiendo irregularidades

-Las detenciones no son acordes a derecho. Para enviar a un juez o fiscal a prisión preventiva, tienen que decidirlo tres jueces, pero la decisión la ha tomado solo un juez. Ahora se confiscarán todos los bienes de los detenidos, cuando esto solo se puede hacer si los bienes se han obtenido mediante un delito.

-Amnistía Internacional ha denunciado torturas en las cárceles

-Los detenidos con los que me he reunido no hablan de violencia física, sino de insultos, ofensas y presión psicológica. Les han mantenido más de 24 horas sin dormir, sin comer y beber o les han dejado en ropa interior, y esto se considera malos tratos en nuestra legislación.

-¿No tiene miedo?

-No tenemos miedo, bueno, sí. Me preguntan por qué defiendo a los consideran traidores de la patria. Hay presión, sí, porque en este proceso también están deteniendo a abogados, pero nuestra defensa no es política, sino de los fundamentos del derecho. En el golpe de Estado de 1980 no se encarceló a jueces y fiscales. Solo se apartó del cargo a uno o dos, pero ahora hay tres mil... Creo que el mundo nunca ha visto algo así.

-¿Le permiten reunirse libremente con sus clientes?

-Depende de cada fiscal. Me permiten visitarlos una vez o más a la semana. Pero ahora las conversaciones pueden ser grabadas, el tribunal puede controlar la defensa. Esto solo debería hacerse bajo el estado de emergencia y solo aplicado a quienes se juzga por un delito de terrorismo. Lo que tememos es que después de purgar a todos los gülenistas este método se pueda extender a la oposición.

-¿Aún no se ha hecho?

-No, aún no ha empezado a hacerse. Pero hay preocupación, porque si se puede detener a alguien sin pruebas, se podrá detener a cualquiera.

Erdogan vuelve a cargar contra Occidente por apoyar a golpistas y terroristas

«Desgraciadamente, Occidente está apoyando al terrorismo y posicionándose del lado de los golpistas», manifestó ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la acusación más virulenta lanzada contra sus aliados de la OTAN después de retar a Alemania y responsabilizar a EE.UU. de la intentona golpista del 15 de julio. Un mantra ya utilizado pero que Erdogan rentabiliza cuando los países de la Alianza Atlántica se han mostrado tan preocupados por las consecuencias posgolpistas como por la asonada.

De hecho las purgas llevadas a cabo, que han provocado decenas de miles de destituciones y arrestos en el estamento militar, educativo y judicial, alcanzaron ayer a los funcionarios de la Federación de Fútbol. En total, 94 personas, entre las que hay árbitros, asistentes y observadores tanto nacionales como regionales, han sido apartados de su cargo. También fueron detenidos ayer medio centenar de empleados de la academia médica militar GATA.

Coste económico

El Gobierno ha hecho balance económico de la asonada. Los cazas, helicópteros, armas y bombas que se utilizaron la noche del 15 de julio, además de los edificios dañados durante la intentona golpista y la cancelación de un millón de reservas turísticas, le han constado a Turquía cerca de 100.000 millones de euros. «Tal vez un poco más», detalló el ministro de Comercio, Bulent Tüfenkci, al diario turco Hurriyet. «Los golpistas dieron de Turquía una imagen de un país del Tercer Mundo», lamentó.

Turquía prevé una mayor repercusión en el sector turístico y el comercio exterior por el impacto de la sublevación de la que acusa al clérigo Fetulá Gülen, autoexiliado en EE.UU. y de quien sigue pidiendo la extradición.

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