Una mujer argentina lleva dos años en la cárcel por un caso de aborto

La Voz

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Amnistía Internacional y parte de la sociedad se han movilizado para exigir la liberación de la joven, que cumple una condena de 8 años

04 ago 2016 . Actualizado a las 18:46 h.

El caso de Belén, nombre falso que utiliza para proteger su verdadera identidad, ha causado un fuerte impacto en la sociedad argentina. Todo comenzó en marzo del 2014 cuando la joven acudió a un hospital en la localidad de Tucumán con una hemorragia vaginal que casi no le permitía caminar. Según recogen el diario Clarín y Amnistía Internacional (AI), el médico que la examinó diagnosticó un «aborto espontáneo», pero la paciente aseguró no saber que estaba embarazada y dijo estar sufriendo un aborto natural. 

El personal del hospital tomó la decisión de informar a las autoridades y Belén fue acusada de abortar intencionadamente. La interrupción voluntaria del embarazo aparece recogida como delito en el Código Penal argentino, por lo que fue condenada a 8 años de prisión acusada de «un homicidio doblemente agravado por vínculo y alevosía».

Desde la ONG Aministía Internacional iniciaron una campaña de recogida de firmas, que alcanzó las 120.000 y que fueron entregadas a las autoridades de la provincia de Tucumán, solicitando la libertad para Belén, que lleva ya 2 años en la cárcel. Piden, además, que se anule la sentencia y se inicie una investigación sobre presuntos «malos tratos y violación del derecho de privacidad» de la paciente por parte del personal médico. 

Según reitera AI en un comunicado «el artículo 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 11 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de la cual Argentina es un Estado parte, protege el derecho a la privacidad e imponen una obligación a los Estados de adoptar las medidas adecuadas para garantizar la confidencialidad de la información médica».

El caso de Belén ha implicado también a artistas, periodistas y políticos argentinos que reclaman, mediante un vídeo, su puesta en libertad. Afirman que su condena se debe a que «es mujer y pobre» e insisten en la falta de pruebas. La campaña se ha extendido también a Twitter, donde miles de usuarios muestran su apoyo a la campaña mediante el hashtag #LibertadparaBelen, y se han celebrado varias marchas y concentraciones en el país.