Erdogán restaurará la pena de muerte en Turquía si el Parlamento da su aprobación

Laura Fernández Palomo ESTAMBUL / E. LA VOZ

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OZAN KOSE | Afp

El presidente turco consigue congregar a más de un millón de ciudadanos en un mitin antigolpista que supone toda una demostración de fuerza frente a las críticas recibidas de la Unión Europea y Estados Unidos

08 ago 2016 . Actualizado a las 00:52 h.

Serdar Kaya regresó a Turquía hace dos años tras quince como inmigrante en Francia. «Aquí tengo trabajo, puedo comer y vivo mejor. Turquía es un gran país», asevera frente a la entrada del recinto que ayer congregó en Estambul una multitudinaria manifestación antigolpista convocada por el Recep Tayyip Erdogan. Está solo. No ha traído a sus hijos, a diferencia de miles de familias que llegaron incluso con carros de bebé. Serdar no se atrevía porque esperaba demasiada gente. No se equivocó. Dos horas antes del evento en la explanada de Yenikapi, las puertas estaban colapsas. Erdogan se dio un baño de masas.

Al gran evento, denominado «Encuentro por la democracia y los mártires» estaban invitados los ciudadanos y los principales partidos de la oposición (el socialdemócrata CHP y el derechista MHP), a excepción del izquierdista y prokurdo HDP (a pesar de que ha condenado sin fisuras el golpe). Unos dos millones de banderas turcas se agitaban en el recinto donde comenzaron a hablar el primer ministro Binali Yildirim, seguido de altos cargos militares y el imán de Turquía. Mientras, Erdogan se dejaba besar por simpatizantes selecciones desde los asientos reservados para las celebridades.

El presidente fue el último en tomar la palabra en el escenario en el que vendió la cohesión nacional y el cierre de filas por la «democracia». Pese a las advertencias de la Unión Europea, no desaprovechó la ocasión para volver a poner sobre la mesa la reinstauración de la pena de muerte, «si el pueblo la quiere» y «dado que se utiliza en la mayor parte del mundo» (y citó a EE.UU.). Será el Parlamento el que decidirá sobre su aplicación. «Si lo aprueba, yo lo firmaré», sentenció

En un desafío a las críticas de la comunidad internacional, recordó que «cualquiera que nos apoye es nuestro amigo». Como colofón, autorizó extender hasta el miércoles el fin de las concentraciones de apoyo que diariamente ocupan la plaza Taksim.

Todo gratis

Para facilitar la participación, el Ejecutivo reforzó el transporte con 250 barcos y 7.000 autobuses llegados de distintas ciudades. Todo gratuito. La respuesta fue masiva. Cientos de miles de personas no pudieron acceder y se quedaron merodeando por las inmediaciones, ocupando cafés y plazas, mientras entonaban cánticos religiosos y nacionalistas. «Ordénanos morir y lo haremos» y «Eres un regalo de Dios, Erdogan» se podía leer en las pancartas. Dos mujeres con velo portan una horca con un muñeco de Fetullah Gülen, acusado de ser el cerebro de la asonada. «Mi padre es soldado y fue expulsado por los gülenistas del Ejército. Hoy no tiene trabajo», afirma Yusuf que asiste a la manifestación junto a su madre. O como Haci , cuyo padre también fue afectado por las «filtraciones» de gülenistas. Vienen para mostrar su rechazo al golpe de Estado y «mostrar que Turquía debe estar unida».

Austria amenaza con vetar nuevas negociaciones para la adhesión de Turquía a la UE

Austria está decidida a cerrar la puerta de la Unión Europea a Turquía. Su ministro de Exteriores, Sebastian Kurz, amenazó ayer con vetar la apertura de nuevos capítulos en la adhesión. Lo hace tres días después de que el canciller Christian Kern recibiera el no del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a su petición de dar por concluidas las negociaciones abiertas hace once años con Ankara, que en su opinión son «solo una ficción diplomática»..

«Tengo voz y voto en el Consejo de Ministros de Exteriores [de la UE, donde las medidas tienen que ser acordadas por unanimidad]. Ahí se decidirá si se abren nuevos capítulos con Turquía. Y estoy en contra», declaró el ministro en una entrevista que recoge Efe del diario Kurier. Kurz aseguró, como ha dicho en numerosas ocasiones, que el acuerdo migratorio con Turquía está condenado al fracaso y que la UE debe defender sus fronteras por sí misma y no ponerla en manos de terceros países. Al delegar esa función en Turquía «uno se vuelve chantajeable», criticó.L

La pasada semana, el cruce de reproches entre Austria y Turquía subió de tono y el viernes pasado el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, calificó a Viena como la «capital del racismo radical», al valorar las declaraciones de Kern. Viena ha acusado a Ankara de incitar las protestas a favor de Erdogan en Austria que se produjeron tras el fallido golpe y en las que se registraron algunos actos violentos.