Los secesionistas presionan a la CUP para que dé estabilidad al Gobierno catalán

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Rubén Moreno. Gabinet de premsa del president

Pretenden vincular el voto afirmativo en la cuestión de confianza de Puigdemont con el apoyo al proyecto de Presupuestos

09 ago 2016 . Actualizado a las 07:33 h.

Las presiones a la CUP para que dé estabilidad al Gobierno de Carles Puigdemont aumentan día a día desde todo el arco del secesionismo catalán. Ya no le llegan solo de los dos socios del Ejecutivo autonómico, esto es ERC y el Partit Demòcrata Catalá (antigua Convergència). También la Asamblea Nacional, la plataforma civil que impulsó el proceso soberanista, se muestra partidaria de vincular el apoyo a Puigdemont el próximo 28 de septiembre, en la cuestión de confianza, y la aprobación de los Presupuestos catalanes, algo a lo que hasta el momento se niegan desde la CUP.

El Gobierno catalán «necesita estabilidad; sin presupuestos no hay estabilidad y sin estabilidad es muy difícil hacer todo el trabajo que hay que hacer» para avanzar en la hoja de ruta secesionista, declaró ayer Jordi Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana.

Fue precisamente el rechazo de la CUP al proyecto presupuestario del Gobierno catalán lo que abrió una crisis política que llevó a Puigdemont a plantear una cuestión de confianza, que se debatirá el 28 de septiembre. Pero la maniobra del presidente catalán no parece haber conmovido a los antisistema, que hasta ahora han conseguido que Puigdemont avance en el desafío secesionista, con desacato al Constitucional incluido, sin haberse comprometido a apoyar los presupuestos. La diputada de la CUP Eulalia Reguant insistió ayer en que «una cosa es la cuestión de confianza, que tiene que ver con la hoja de ruta y con si agotamos la legislatura; los presupuestos son otra cosa, de la cual estamos dispuestos a hablar, pero vincularlo, ahora mismo, no es lo mejor».

Joan Tardà, portavoz parlamentario de ERC, abogó no solo por vincular ambos asuntos, sino que se mostró partidario de llegar a un acuerdo sobre la cuestión de confianza antes de la celebración de la Diada, el 11 de septiembre. Tardà señaló que si no hubiera acuerdo « las fuerzas soberanistas habrían fracasado y eso la ciudadanía no lo perdonaría nunca».