El PP avalará hoy a Rajoy para negociar con Rivera, mientras Sánchez blinda el no

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

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BENITO ORDOÑEZ

Ciudadanos advierte de que debe aceptar sus condiciones sin matices y fijar la investidura

17 ago 2016 . Actualizado a las 11:00 h.

Mariano Rajoy se enfrenta hoy a un dilema, el más importante desde que recibió el encargo del Rey para tratar de formar Gobierno: cómo aceptar las condiciones que le ha impuesto Albert Rivera para comenzar a negociar su investidura y, al mismo tiempo, no dar la imagen de que claudica ante un partido al que casi cuadriplica en escaños. Nadie duda de que el comité ejecutivo dirá sí a las seis exigencias sobre regeneración democrática y lucha contra la corrupción de Ciudadanos, pero la clave está en la fórmula que empleará para hacerlo.

Fuentes del PP aseguran que no se puede esperar un respaldo incondicional, sino que el máximo órgano de dirección hará matices y observaciones. Varios dirigentes han explicado ya que hay medidas que no están solo al alcance de la mano de Rajoy, como son la supresión de los aforamientos a los políticos o la reforma de la ley electoral, que requieren necesariamente del concurso del PSOE. Hay otras, como la exigencia de que los investigados por corrupción sean apartados de los cargos públicos o la creación de la comisión de investigación sobre el caso Bárcenas y la supuesta financiación ilegal del PP son sapos difíciles de tragar.

Pero es que, en el fondo, lo que Rivera exige a Rajoy y al PP es que reconozcan que están bajo sospecha y, por ello, tienen que pasar por las horcas caudinas de suscribir las condiciones que lo acreditan. No debe olvidarse que el presidente de Ciudadanos explicitó que el motivo de haber puesto esa barrera sine qua non que Rajoy debe superar para comenzar a negociar es que no se fía de un partido imputado por corrupción. 

Condiciones innegociables

La formación naranja reiteró ayer que las condiciones son innegociables y no está dispuesta a admitir contraofertas. Así lo dijo el secretario de comunicación, Fernando del Páramo. «Rajoy puede decidir tapar la corrupción de su partido o luchar contra ella, pero si elige lo primero España seguirá bloqueada», aseguró.

Otra incógnita es si Rajoy anunciará hoy la fecha de su investidura o, al menos, su disposición a presentarse. Las fuentes consultadas señalan que lo más probable es que no sea así y espere para comunicárselo a Rivera en los próximos días. El líder popular se limitó a decir, después de reunirse con el de Ciudadanos, que la fecha se sabría después de la reunión del comité ejecutivo. Ciudadanos ya ha dicho que si no hay fecha para el debate, no habrá negociación con un «no candidato».

En todo caso, la dirección popular quiso rebajar ayer las expectativas de la reunión de su cúpula y de un futuro acuerdo con Ciudadanos, poniendo toda la presión en el PSOE. El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, aseguró que un acuerdo con el partido de Rivera no es suficiente, ya que, en última instancia, es imprescindible que los socialistas cambien de posición. Y acusó PSOE de estar «más empeñado en una investidura fallida» de Rajoy «que en que haya un Gobierno», por lo que hizo llamamiento a la «responsabilidad, la reflexión y la coherencia» para que respeta los resultados del 26J. Otros dirigentes populares insistieron en ese mismo mensaje. El secretario general del en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, afirmó que con el no del PSOE «no hay investidura». 

Sánchez contraprograma

Rajoy lo fía todo a lograr el apoyo de Ciudadanos y sumar 169 escaños, más el de Coalición Canaria, para que Pedro Sánchez no sea capaz de resistir la presión que está soportando, incluso desde su propio partido, y termine facilitándole la presidencia. Pero el líder socialista no está por la labor, como muestra que haya decidido contraprogramar la reunión de la cúpula del PP con otra de su ejecutiva y la dirección del grupo parlamentario. La reaparición de Sánchez será para escenificar el no a la investidura de Rajoy y trasladar que un posible acuerdo entre el PP y Ciudadanos, que dan por hecho, no serviría para nada. Lo único que quiere la dirección socialista es que Rajoy fije la fecha de su investidura, en la que estaría abocado al fracaso.

Báñez asume las funciones de Alonso

La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, asume desde ayer las funciones del Ministerio de Sanidad tras la dimisión de Alfonso Alonso para presentarse a las elecciones vascas del 25S. El BOE publicó ayer el decreto por el que Báñez se hace cargo de las tareas de Alonso. Rajoy no puede nombrar nuevos ministros al estar en funciones. foto Benito Ordóñez