¿Preparados para una jubilación a los 69?

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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ANGEL MANSO

La recomendación del banco central alemán y la situación en España del Fondo de Reserva reavivan las dudas

21 ago 2016 . Actualizado a las 09:00 h.

El banco central alemán, el Bundesbank, acaba de volver a poner sobre la mesa un tema muy sensible: la necesidad de elevar, otra vez, la edad de jubilación para que el sistema, aquejado de un galopante envejecimiento de la población activa, no colapse. En su caso, el Bundesbank recomendaba incrementar hasta los 69 años en el 2060. Pero los fantasmas a los que se enfrenta el sistema de pensiones alemán son transnacionales y afectan a la mayoría de Europa. ¿Qué nos espera en el futuro? El debate está abierto, y más en un territorio como el gallego, con salarios bajos y una población muy envejecida. Las aportaciones de los trabajadores en activo apenas cubrieron el pasado año el 66 % de la nómina de las pensiones en la comunidad, que se convierte así es una de las más dependientes del principio de solidaridad interterritorial que garantiza el modelo de caja única de la Seguridad Social

¿Por qué está en crisis el sistema de pensiones?

Su principal talón de Aquiles es la demografía. El envejecimiento de la población es imparable y creciente. «Si la longevidad doliese, nos despertaríamos todos los días con dolor de cabeza. Cada año que pasa vivimos dos meses y medio más. La longevidad no para, luego los sistemas de pensiones no pueden parar de reformarse». Así lo resume José Antonio Herce, profesor de Economía de la Complutense y director asociado de Analistas Financieros Internacionales. Las últimas proyecciones de la Comisión Europea concluyen que España es el país con la esperanza de vida más alta de la UE y que en el 2060 los varones de 65 años vivirán una media de 23 años más; 26 en el caso de las mujeres. 

¿Ya es insostenible?

Sí. Recién aprobadas las últimas reformas del sistema, en el 2013, el profesor del IESE Javier Díaz-Giménez ya advertía en un estudio que los últimos cambios «y la aplicación del factor de equidad intergeneracional y del índice de revalorización resolverán los problemas de sostenibilidad en el corto y en el medio plazo, pero son insuficientes para hacerlas sostenibles a largo plazo. Los pensiones españolas volverána reformarse en el futuro».

Al factor de la longevidad, se suman otros. Los gastos del sistema se elevan debido a que el número de trabajadores que se jubilan aumenta cada año, y la pensión media se incrementa porque los nuevos beneficiarios han devengado prestaciones más elevadas. En el otro brazo de la balanza están los ingresos: con una elevada tasa de paro, empleos precarios y la tarifa plana para los nuevos autónomos, las cotizaciones son más reducidas y no alcanzan para cubrir el incremento del gasto. 

¿Qué se está haciendo en Europa con la jubilación?

La tendencia general es a elevar progresivamente la edad de jubilación -los 67 de media-, además de incrementar los años de cotización exigidos. Aún así, hya matices. En Italia y Gran Bretaña aún existen diferencias por sexo en la edad de retirada del mercado laboral. Francia también ha elevado la edad, de modo que en el 2023 estará en los 67, además de 43 años de cotización. Los nórdicos siguen siendo los pioneros. Dinamarca fue el primer país que retrasó la edad de jubilación por la crisis (en el 2011 la pasó a los 67), y en Suecia el parlamento lleva desde el 2012 debatiendo si la fija entre los 75 y los 80 años. «El Bundesbank no ha hecho más que rascar en la superficie del problema», apunta Herce. 

¿Tendremos en España que retirarnos a los 69?

De entrada, con la última reforma del Gobierno Zapatero, en España el retiro será a los 67 años en el 2027. ¿Hay que ampliarlo o adelantarlo? La necesidad de incrementar el número de años en activo tiene defensores y detractores. Entre los primeros está Herce, que cree que «tiene que acabarse la obsesión por resistirse al aumento de la edad de jubilación». «Cada uno de nosotros debería tener un álgebra vital sostenible. No podemos entrar a trabajar a los 25, salir a los 65 y vivir hasta los 100. No es sostenible a las tasas de cotización actuales y no hay marcianos para que nos paguen la jubilación. Y la gente, igual que disfruta de la longevidad, tiene que aprender a sostener ese disfrute, que es trabajando más años», sostiene.

Otro economista, José Carlos Díez, considera que la situación de España no es equiparable a la alemana y que aquí jubilarse a los 67 «ya es suficiente porque tenemos una tasa de paro del 20 %, del 50 % en el caso de los jóvenes, y hay emigración, mientras que en Alemania la tasa de desempleo es del 5 %, se jubilan más que jóvenes encuentran trabajo, además de rechazar la llegada de inmigrantes, lo que hace que las empresas tengan problemas para reemplazar trabajadores, sobre todo cualificados». «Por eso surge el debate de los 69 años», concluye, para añadir que «aquí el agujero de la Seguridad Social desde la reforma laboral del 2012 ronda los 20.000 millones y seguramente Rajoy acelerará la jubilación a los 67 años para recortar el gasto en pensiones». Tampoco los sindicatos creen «verosímil» aumentar la edad de jubilación en un país con más de la mitad de los jóvenes en paro. 

¿Qué soluciones hay?

Los especialistas ponen sobre la mesa tres vías para despejar las dudas sobre la sostenibilidad futura del sistema público de pensiones: rebajar su cuantía, incrementar las cotizaciones o la propuesta del Bundesbank, subir la edad. «Me da igual que el sistema sea de reparto (en vigor, en el que los trabajadores en activo pagan las pensiones actuales), de capitalización (cada contribuyente cotiza para sí mismo), individual, colectivo... da igual, siempre y cuando en base individual cada uno de nosotros haya hecho un esfuerzo financiero suficiente para pagarse su pensión. Que luego el cómputo sea colectivo, de reparto o como en Suecia no importa. Lo importante es que a cada uno de nosotros nos salgan las cuentas. Y no nos salen», enfatiza Herce, que propone una reforma del sistema «permanentemente adaptable». «¿Que cada año vivimos 2,5 meses más? Pues cada año, sine die, se aumenta la edad de jubilación lo que digan los cálculos. Y así se acabó el lío de las pensiones», dice. 

¿Y será suficiente con retirarse más tarde?

No. No solo hay que prolongar la edad de jubilación y adecuarla a la creciente esperanza de vida. Paralelamente es necesario cotizar antes, realizar ese esfuerzo desde el inicio de la actividad laboral, un aspecto complicado cuando los jóvenes se forman más años y retrasan su entrada en el sistema laboral.