Rajoy asume ya que solo podrá ser investido tras las elecciones del 25S

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

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benito ordoñez

La dirección del PSOE rechaza que el comité federal reconsidere el no al líder del PP

23 ago 2016 . Actualizado a las 11:46 h.

El primer paso del plan de Mariano Rajoy para ser investido, que él mismo calificó como «decisivo», era lograr el apoyo de los 32 diputados de Ciudadanos. Está hecho, a falta de plasmar el acuerdo. El segundo será someterse a una investidura fallida, pese a que dijo que nunca lo haría sin los votos suficientes. No espera nada de la llamada pendiente que tiene con Pedro Sánchez, que se plantea como un mero trámite para escenificar que busca un acuerdo que sabe es imposible. Pero no es lo mismo perder con 131 escaños, como le sucedió al líder socialista, que con los 170 con los que lo hará él, a solo seis de la mayoría absoluta. Su objetivo es que se visualice en el debate del Congreso que el PSOE es el culpable del bloqueo político que mantiene al país con un Gobierno en funciones desde hace ocho meses. El vicesecretario general del PP Fernando Martínez-Maillo lo verbalizó este lunes: «Cada minuto que el PP pasa negociando,  Sánchez tiene más difícil argumentar su bloqueo».

Elecciones gallegas y vascas

A partir de ahí, llegará lo más difícil, doblegar la resistencia de Sánchez tras las elecciones gallegas y vascas del 25 de septiembre. Su estrategia necesita una mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijoo y una debacle socialista en ambas comunidades autónomas, lo que debilitaría mucho la posición de Sánchez ante los barones. Mientras la más poderosa, la andaluza Susana Díaz, mantiene un calculado silencio, otros, como el castellano-manchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán, ya han pedido que se convoque un nuevo comité federal para reexaminar la posición del partido. Antes, el extremeño Guillermo Fernández Vara abogó por una abstención

in extremis

para evitar las terceras elecciones. Si todo se desarrolla como espera, Rajoy estaría en disposición de superar la investidura en octubre.

Pero Sánchez no tiene la menor intención de convocar un nuevo comité federal para reconsiderar el no a Rajoy si este fracasa en la investidura. La dirección socialista salió en tromba a defender que ese rechazo no tiene vuelta atrás después de que García-Page se mostrara partidario de la convocatoria del máximo órgano entre congresos para tratar sobre la revisión de esa posición. El no del PSOE en las dos votaciones de la investidura se da por descontado. Ningún barón ni dirigente actual han comparecido para pedir la abstención que facilite el Gobierno al Rajoy. En todo caso, el comité federal se reuniría después de los comicios gallegos y vascos.

Varios miembros del equipo más próximo a Sánchez descartaron una reunión del comité federal si la investidura de Rajoy resulta fallida. El secretario de Acción Política y Ciudadanía del PSOE, Patxi López, señaló que de momento esa posibilidad no está sobre la mesa. Según el exlendakari, Rajoy es quien tiene la «responsabilidad exclusiva» de buscar apoyos para ser investido y el PSOE no se abstendrá porque «sigue pensando que no es el Gobierno que necesita España». La secretaria de Estudios y Programas del PSOE, Meritxell Batet, rechazó que su partido vaya a cambiar de opinión tras las elecciones gallegas y vascas, aunque admitió que otros partidos, en alusión al PNV, podrían hacerlo.

Ana Pastor recupera el formato clásico del debate

La presidenta del Congreso, tras consultar con el candidato, Mariano Rajoy, ha decidido retomar la fórmula clásica para el debate de investidura que comenzará el próximo martes. Así, Rajoy abrirá el pleno al mediodía del martes y, tras la pausa para comer, el debate continuará por la tarde. En el intento de Pedro Sánchez, este fue el único en intervenir el primer día, lo que fue muy criticado por los populares.