Diana Quer tuvo una fuerte discusión con su madre y su hermana días antes

Moncho Ares, Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

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La progenitora y la hija menor fueron al centro de salud con una crisis nerviosa

24 oct 2019 . Actualizado a las 18:48 h.

La investigación de la desaparición de Diana María Quer López-Pinel la madrugada del lunes 22 en A Pobra sigue manteniendo como primera hipótesis la marcha voluntaria de la joven madrileña, aunque admite que «pudo torcerse». Por eso se mantienen abiertas todas las posibilidades. Uno de los hechos que refuerzan la tesis de la marcha voluntaria de Diana Quer es una fuerte discusión que, al parecer, se produjo entre la chica, su hermana menor, Valeria, y la madre de ambas, Diana López-Pinel. Ocurrió el jueves 18, cuatro días antes de la desaparición de la chica, y el incidente acabó con la madre y la hermana de Diana en el centro de salud de A Pobra.

Testigos que se encontraban en el centro médico ese día aseguran que vieron llegar, sobre las dos de la tarde, a la madre de Diana Quer y a su hermana pequeña visiblemente alteradas y nerviosas a consecuencia de la mencionada disputa. Ambas buscaban algún tipo de medicación que las calmase. Fueron al servicio de urgencias y la madre pidió de forma airada que atendiesen a su hija menor a la mayor brevedad posible. Esa celeridad hizo que se equivocasen al llamar a la puerta que les habían asignado, situada en la planta baja del edificio, y fuesen a la consulta del pediatra, cuando la profesional que tenía que atenderlas estaba a unas cuantas puertas de distancia.

Madre e hija entraron juntas en la consulta médica y salieron de la habitación con evidentes signos de disconformidad, según varios testigos. De allí, Diana López-Pinel y su hija Valeria Quer se dirigieron al Hospital de Barbanza, situado en la parroquia ribeirense de Oleiros, donde otros testigos las vieron esa misma tarde. Y también allí las vieron mostrando una actitud semejante a la del ambulatorio de A Pobra. Ambas estaban visiblemente nerviosas y reclamaban celeridad con un tono de voz alto, lo que molestó a otros pacientes que también se encontraban en ese momento en la sala de espera del hospital.

La fuerte discusión que se produjo ese jueves y que se maneja como uno de los motivos de la marcha voluntaria de Diana Quer del seno familiar sería un incidente más en la difícil situación en la que, según algunas fuentes, esta joven de 18 años habría entrado hace unos cuatro años, cuando se produjo el divorcio de sus padres, Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel.

Un año después de la ruptura, Diana Quer, hija mayor del matrimonio, sufrió un episodio de anorexia. Su propia hermana lo reveló esta semana en la primera carta pública que colgó en las redes sociales tras la desaparición de Diana Quer. Fuentes médicas consultadas por La Voz consideran que, tal y como ha sucedido en muchos otros casos, la separación de unos padres puede acarrear en los hijos enfermedades como la que sufrió la chica, que tuvo que someterse a tratamiento médico para poder recuperarse.

La distancia entre los padres de Diana Quer se evidenció en los últimos días tras su desaparición, ya que el padre se encuentra hospedado en un hotel de la comarca, y acude a las inmediaciones de la casa de veraneo de A Pobra en la que reside su exmujer cuando se trata de ofrecer información a los medios de comunicación.

Continúa la búsqueda porque los investigadores no descartan ninguna hipótesis

La búsqueda de Diana Quer por las fuerzas de seguridad empezó el mismo día que se denunció su desaparición y continúa activa, aunque ayer participaron menos agentes. La Guardia Civil regresó al municipio donde, con la colaboración de Protección Civil, recorrió diferentes lugares en busca de alguna prueba que pueda arrojar luz sobre el paradero de la veraneante madrileña porque hasta el momento los investigadores, los mismos del caso Asunta, no descartan nada, tampoco que Diana Quer hubiese sido víctima de un acto violento. Las patrullas ya no se centran en las proximidades de la vivienda de la familia, situada en Cabío, y fueron vistas examinando pistas forestales del monte de A Curota.

Especialmente intenso está siendo el rastreo a través de las redes sociales, en las que la hermana de la desaparecida está en contacto permanente con internautas de toda España, la mayor parte de los cuales están divulgando las fotografías de Diana Quer en plataformas digitales y en carteles.

Ayer, muchas personas se pusieron en contacto con la pequeña de la familia asegurando haber visto a su hermana en A Coruña o en Madrid, y alguno de los interlocutores incluso aseguró haber detectado actividad en las cuentas personales de Diana Quer. A todos ellos, Valeria les indica que comuniquen los detalles a la policía, o solicita capturas de pantalla de lo que pueda servir en la búsqueda.

La joven madrileña está desaparecida desde la madrugada del pasado lunes. Mide 1,75, tiene melena negra, es delgada y de ojos oscuros. Cuando desapareció vestía camiseta blanca y sudadera, pantalón corto rosa y zapatillas negras. La Guardia Civil ha habilitado el teléfono 981 167 800 para quienes puedan aportar detalles sobre el paradero de Diana Quer.

Sentimiento de culpa de la hermana en las cartas difundidas por las redes

Las cartas que ha enviado Valeria a su hermana a través de las redes sociales también refuerzan la hipótesis de que la fuerte discusión que se produjo el jueves 18 pudo enfrentar a ambas hermanas y ser uno de los detonantes de la marcha de Diana Quer. En la última carta, la menor de la familia deja varias frases que traslucen lo afectada que está por el suceso: «Vuelve; ya me has dado una lección enorme», o, «quiero que aparezcas y valorarte como jamás he hecho, empezar de cero».

Otro fragmento que demuestra lo dañada que se encuentra actualmente la adolescente es el siguiente: «Estoy hundiéndome en un pozo sin fondo y tú eres la única cuerda que puede salvarme. No quiero darme cuenta de que esto ha pasado, esto es una pesadilla Diana, tiene que serlo».