Merkel reconoce errores en la crisis migratoria, pero mantiene su política

PATRICIA Baelo BERLÍN / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

GIUSEPPE CACACE | afp

Autocrítica de la canciller tras cumplirse un año de su lema «Lo lograremos»

01 sep 2016 . Actualizado a las 08:15 h.

Rectificar es de sabios. Algo que no olvida la canciller alemana, que reconoció ayer haber cometido errores en la crisis migratoria, cuando se cumple el primer aniversario de su célebre lema «Lo lograremos», con el que justificó la apertura de la frontera. Sin embargo, Angela Merkel no quiere poner fin a su política de acogida, sino disculparse con sus vecinos del sur de Europa por haber cerrado los ojos en el pasado. «También en el 2004 y el 2005 llegaron muchos inmigrantes al continente y dejamos que España y otros países lidiaran solos con ello», admitió la dama de hierro a modo de mea culpa en una entrevista publicada por el diario Süddeutsche Zeitung.

«Y sí, también nosotros nos negamos entonces a una distribución proporcional de los refugiados», recordó Merkel, que comparó el alivio que sintió la locomotora cuando se lavó las manos hace una década, después de haber recibido a cientos de miles de personas que huían de la guerra de los Balcanes, con la postura nada solidaria que han adoptado hoy algunos miembros del bloque comunitario. Apela así a los países del norte y el este de Europa, cada vez más decididos a blindar sus fronteras y cerrar rutas para impedir la llegada de demandantes de asilo. Sobre todo de cara a la cumbre del 16 de septiembre en Bratislava.

Pero Merkel también trata de calmar los ánimos del pueblo alemán, que pasó de recibir a los refugiados con aplausos el verano pasado, a rechazarlos solo unos meses después. El recelo aumentó a raíz del episodio registrado la pasada Nochevieja en Colonia, donde cientos de mujeres denunciaron haber sufrido abusos sexuales presuntamente por parte de hombres árabes y del norte de África, y aún más tras los dos ataques terroristas cometidos por refugiados a finales de julio en el sur del país. El terrorismo «ya estaba aquí en innumerables formas y con varios posibles atacantes que nos estaban observando», subrayó

Según una encuesta difundida ayer por la cadena N24, el 54 % de los alemanes ya no confía en el viejo mantra de Merkel, cuya popularidad se ha desplomado hasta mínimos históricos.

Cita electoral

Con todo, ella insiste en defender el asilo, lo que le ha granjeado dardos envenenados de su socio más conservador, la Unión Cristianosocial (CSU), cuyo líder, Horst Seehofer, ha amenazado con demandarla ante el Constitucional si no fija un tope límite de llegadas anuales, e incluso baraja presentar a su propio candidato a las elecciones del 2017.

Mientras los medios alimentan los rumores acerca de si la dama de hierro intentará optar a un cuarto mandato, para lo que apenas cuenta con el respaldo del 42 % de la ciudadanía, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) sigue avanzando con fuerza. La que naciera en el 2013 como una formación euroescéptica ha capitalizado mejor que nadie el rechazo a los refugiados y amenaza con conseguir en torno al 20 % de los votos en los comicios regionales de este domingo en Mecklemburgo-Antepomerania, y alrededor del 15 % en los de Berlín, que serán el próximo 18 de septiembre, dos citas que servirán de barómetro para las generales.