Alto el fuego en Siria en medio de la desconfianza de régimen y oposición

Laura Fernández Palomo AMÁN / CORRESPONSAL

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ABD DOUMANY | afp

El presidente Bachar al Asad promete recuperar todo el país, poco antes de la tregua

13 sep 2016 . Actualizado a las 07:23 h.

Con la caída de la noche, el Gobierno de Damasco anunció «la congelación de las operaciones militares» durante una semana. A las siete de la tarde, hora local había entrado en vigor el alto el fuego promovido por EE.UU. y Rusia, con más interrogantes que esperanzas y sin la aprobación explícita de todas las fuerzas de la oposición. La desconfianza aumentó con la reaparición pública de Bachar al Asad en la simbólica Daraya, el bastión que entregó la oposición hace dos semanas tras cuatro años de asedio. «El Estado sirio tiene la determinación de retomar todas las regiones en manos de los terroristas», desafió el presidente sirio.

Precisamente, la indefinición del término terrorista en el acuerdo no deja claro qué áreas entran en la tregua. Moscú y Washington seguirán combatiendo al Estado Islámico (EI) y a la filial de Al Qaida, renombrada como Frente Fath al Sham. Sin embargo, Fatah al Sham mantiene alianzas con otros grupos armados en algunas áreas del país. Rusia aseguró que seguirá atacando a los terroristas, al tiempo que reconocía que EE.UU. no ha dado las localizaciones de posiciones de Al Nusra. Por su parte, el opositor Ejército Libre Sirio (ELS) y la coalición kurdo-árabe Fuerzas de Siria Democrática (FSD) confirmaron ayer la aceptación del alto el fuego.

El responsable del grupo de rescate Defensa Civil Siria (DCS), Abdel Rahman, informó a La Voz desde Turquía de al menos cuatro ataques aéreos gubernamentales con el alto el fuego en vigor: uno en la provincia sureña de Dera, dos en Alepo y otro cerca de la carretera de Castelo, vía que conecta con Turquía, y que, según el acuerdo, será la utilizada para hacer llegar ayuda humanitaria a las partes asediadas de la zona este de Alepo.

Tampoco se ha explicado cuál será la respuesta ante una violación de la tregua. «Queremos saber cuáles son las garantías. Hemos pedimos garantías especialmente de Estados Unidos, que es parte implicada en el acuerdo», dijo a la agencia France Press, Salem al Muslet, portavoz del opositor Alto Comité de Negociaciones.

Relativa calma

De momento, hay relativa calma, pese a las «infracciones», aseguraba Ibrahim desde Alepo vía Whatsapp. Todavía con miedo, se atrevió a salir a la calle: «Todo está en silencio y oscuro, hay poco movimiento». «Ojalá se aplique [la tregua] pero lo cierto es que no confiamos en el régimen», añadió. La reaparición de Al Asad en Daraya generó gran incertidumbre cuando afirmó que «las fuerzas armadas van a continuar su trabajo sin vacilación e independientemente de los factores externos e internos». «Hay quienes se hacen ilusiones y hace cinco años que no se han liberado de esas ilusiones», aludió el presidente sirio a la oposición. EE.UU. aclaró que el alto el fuego tiene una vigencia de 48 hora, prorrogables hasta llegar a una semana, tiempo en el que se llevará cabo un reparto de ayuda humanitaria «sin límites» a las zonas asediadas.