Mercosur castiga a Venezuela por no respetar los derechos humanos

Juan Francisco Alonso CARACAS / E. LA VOZ

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HENRY ROMERO | Reuters

El Vaticano se ofrece a mediar entre el Gobierno de Maduro y la oposición

15 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Venezuela se ha quedado completamente sola en el Mercado Común del Sur (Mercosur), pues ayer Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay decidieron arrebatarle la presidencia de turno del bloque y además la amenazaron con suspenderla por no haber suscrito los tratados y no haber ajustado su legislación al mecanismo de integración económica.

La decisión la adoptaron los cuatro fundadores del Mercosur en la noche del martes, informó el canciller brasileño José Serra, en un comunicado en el que anunció que el liderato de la instancia la compartirán los gobiernos de Buenos Aires, Brasilia, Asunción y Montevideo.

La negativa de Caracas a firmar los acuerdos que permiten la libre circulación de bienes y la residencia para los nacionales de los estados miembros, así como el protocolo de promoción y protección de derechos humanos, pendiente desde que ingresó como miembro de pleno derecho en 2010 hasta el pasado 12 de agosto son las razones que han provocado la decisión. Tras darle al Gobierno de Nicolás Maduro hasta el 1 de diciembre para cumplir «las obligaciones asumidas en su protocolo de adhesión», los fundadores de Mercosur le advirtieron que, de no hacerlo, será suspendida.

La decisión fue rechazada por Venezuela, cuya canciller, Delcy Rodríguez, denunció un intento por «destruir al bloque mediante artimañas antijurídicas que son reflejo de la intolerancia política y desesperación de burócratas».

Hasta ahora Uruguay había rechazado pronunciarse contra Venezuela, el único país del bloque donde rige un control de divisas que impide a los ciudadanos y empresas convertir sus ingresos en divisas para importar materia prima, servicios o repatriar capitales. Caracas también mantiene un control de precios mediante el cual el Gobierno fija el valor de ciertos productos y servicios.

«Maduro acaba de poner al pueblo venezolano al borde de un precipicio pues solo hay dos meses y medio para ponernos al día con Mercosur o nos suspenderán, hecho que sería muy negativo para los venezolanos por las bondades que puede obtener el pueblo», afirmó el diputado Williams Dávila, miembro del Parlamento del Mercosur, quien recordó que el proceso de incorporación al bloque tardó 10 años. 

El papa, listo para ayudar

El posible diálogo entre el Gobierno y sus adversarios vuelve a dar de qué hablar en Venezuela, pues luego de que el presidente Nicolás Maduro anunciara que el papa Francisco le envió otra carta reiterándole su disposición a colaborar en este proceso, tanto el chavismo como la oposición han dado detalles sobre sus últimos contactos. El mandatario comentó que el jueves y viernes pasados cuatro representantes suyos y cuatro de la opositora Mesa de la Unidad Democrática se sentaron con el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

El secretario de la MUD, Jesús Torrealba, aseguró que los contactos fueron solicitados por el oficialismo. «Ellos (por el grupo que buscó los encuentros) creen que Maduro está muy mal y que la nostalgia por el chavismo está intacta y que ese es un capital político que ellos pudieran recuperar», dijo al tiempo que agregó que otros quieren impedir cualquier acercamiento debido a las «cuentas pendientes por violación de derechos humanos. Esos son los que están empujando al país por el barranco».