Guy Wilkinson: «No jugamos a ser Dios, cuanto más estudiamos más humildes somos»

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña SANTIAGO / LA VOZ

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SANDRA ALONSO

Entró en el equipo del gran colisionador de hadrones como estudiante y sigue como investigador 27 años después

15 sep 2016 . Actualizado a las 07:35 h.

Santiago de Compostela es hoy más que nunca el centro del universo. Y lo es porque reúne en un congreso a más de doscientos investigadores que estudian en el gran acelerador de Ginebra el comportamiento de las partículas que dieron lugar al big bang. Es decir, al origen del mundo tal y como lo conocemos. Entre los científicos presentes -con gran protagonismo de la USC, que tiene a 22 investigadores en el proyecto- está Guy Wilkinson, portavoz de la colaboración internacional. Británico de nacimiento y profesor en la Universidad de Oxford, en la que también estudió, formó parte del grupo fundador del acelerador de partículas, un túnel de 27 kilómetros que rodea Ginebra y en el que se trata de reproducir las condiciones de la materia previas al big bang. Entró como estudiante de grado, redactó allí su tesis doctoral y ya nunca se fue. Ahora discute con sus colegas en Santiago las conclusiones de la segunda etapa de los experimentos realizados en el acelerador de partículas. 

-¿Cuál es el objetivo de la segunda fase del acelerador?

-En la primera, el gran descubrimiento fue el bosón de Higgs, una partícula esencial que se suponía que existía, pero que no se había confirmado con anterioridad. Ahora se trata de descubrir la física más allá del modelo estándar.

-¿Han encontrado o no una partícula más importante que el bosón de Higgs? Porque primero se anunció y luego se dijo que fue un error.

-En estos años se realizaron dos experimentos que daban pistas para encontrar una nueva partícula, pero la evidencia ha desaparecido. Eso no fue un error, es una fluctuación estadística, algo que puede ocurrir. Simplemente parecía que los datos lo indicaban y después no fue así.

-Cuanto más investigan, más partículas aparecen, pero nunca hay una respuesta definitiva sobre qué pasó en el «big bang» o cómo se originó el universo. ¿No es como buscar una aguja en un pajar?

-Nuestro experimento tiene como objetivo buscar una nueva física, eso es lo que centra ahora nuestro trabajo, y se basa en medidas muy precisas del modelo estándar para compararlas con la teoría. Con esta búsqueda indirecta y con los nuevos datos que obtengamos podemos encontrar ese nuevo modelo necesario para seguir avanzando en el origen del universo.

-¿Por qué es necesaria una nueva física? ¿Por qué no vale lo que ustedes llaman el modelo estándar y con el que han trabajado hasta ahora?

-El modelo estándar fue exitoso para explicar lo que conocíamos hasta ahora, pero ya hay cosas que no se pueden explicar con el modelo tradicional. Por ejemplo, ¿por qué el universo está hecho de materia y no de antimateria cuando antes del big bang estaban a partes iguales? Comprender la diferencia entre la materia y la antimateria es parte de nuestro experimento. 

-¿Qué es la antimateria?

-Lo vamos a explicar con un ejemplo: tenemos un electrón, cuya carga es negativa, pero existe también el antielectrón, que es exactamente igual pero con carga positiva. Solo cambia la carga. Tras el big bang deberíamos esperar la misma cantidad de electrones que de positrones, pero no es así, en el universo actual solo hay electrones. En nuestro experimento usamos colisiones de protones en las que podemos observar partículas y antipartículas y las antipartículas se comportan de forma diferente a las partículas. Esperamos que estos estudios nos den una pista de lo que ha sucedido después del big bang, por qué la materia venció a la antimateria. Sabemos que ha sido así pero no sabemos por qué ocurrió. 

-Hay quien dice que es peligroso reproducir las condiciones del universo en el gran acelerador, que podría dar lugar a un agujero negro en la Tierra. ¿No es jugar a ser Frankenstein o a crear un mundo en miniatura? ¿A ser Dios, en definitiva?

-No, definitivamente no. Nada de eso es cierto. De manera humilde estudiamos lo que ha ocurrido en la naturaleza mediante la colisión de protones para saber más sobre el universo en el que vivimos, pero en el acelerador de partículas de Ginebra no jugamos a ser Dios: cuanto más vemos y estudiamos, más humildes somos.