Rajoy y Sánchez también se enfrentan por el modelo territorial vasco

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

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Javier Etxezarreta | EFE

El mandatario del PP defiende el marco actual, mientras el dirigente socialista se compromete a ampliar el autogobierno

21 sep 2016 . Actualizado a las 07:28 h.

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez encontraron ayer otro motivo de enfrentamiento. En esta ocasión aparcaron su antagonismo sobre la formación de Gobierno y expresaron sus discrepancias acerca del modelo territorial que defienden para el País Vasco, dejando claro que tienen dos visiones diferentes sobre su encaje en España.

Fue el secretario general del PSOE el primero que abordó este asunto que está centrando la campaña electoral en esa comunidad. Ante el árbol de Guernica, símbolo de los derechos históricos vascos, se comprometió a «ampliar el autogobierno vasco dentro de un Estado federal». Explicó que para mejorarlo habría que blindar las competencias, crear instrumentos de cooperación, participar en la planificación de las inversiones del Estado y en la toma de decisiones en la Unión Europea

Sentimientos de pertenencia

Eso conllevaría una reforma constitucional y del estatuto de autonomía, que todos los partidos vascos llevan en su programa a excepción del PP. El PNV, EH Bildu y Podemos defienden un nuevo pacto que suponga el reconocimiento del País Vasco como nación y del derecho a decidir. El PSE, en cambio, se aleja de esas posiciones con su apuesta por el Estado federal. Sánchez aseguró que «no es concebible» un País Vasco «sin un autogobierno fuerte». Pero advirtió de que los socialistas no permitirán que se establezcan diferencias entre los ciudadanos por «ideologías o sentimientos de pertenencia, que conducen a la división, la ruptura y el enfrentamiento».

Una vez conocidas las declaraciones de Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones abogó en San Sebastián por «la estabilidad política, la moderación, la Constitución, el actual modelo de autogobierno, la tradición foral y el concierto económico» y por «un País Vasco más integrado en España y en la Unión Europea». 

Camino equivocado

Rajoy señaló que las elecciones tienen una gran trascendencia porque está en juego formar un Gobierno que «no vaya por el camino equivocado, que no transite como han hecho otros en otras partes de España hacia ninguna parte y que se ocupe fundamentalmente de lo que son los problemas de la gente». Una alusión, sin citarlos, a los partidos catalanes que han elegido la senda del independentismo. Rajoy pidió a los 150.000 vascos que el 26J votaron al PP que repitan porque su voto «será incluso más útil si cabe».

El lendakari Iñigo Urkullu defendió que votar al PNV significa «dejar a un lado maximalismos, entelequias y fantasías políticas, y a otro lado, un futuro encorsetado y subordinado a intereses ajenos a Euskadi». Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, aseguró que en las elecciones vascas no hay un «debate de escaños», sino «de modelo de país», e insistió en la defensa de un «constitucionalismo sin complejos», como el que representa su partido y en su día encarnó UPyD. Mientras Rajoy y Sánchez manifestaban sus diferencias sobre el autogobierno vasco, el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, explicó que las conversaciones de Sánchez con Pablo Iglesias y Albert Rivera, están «paralizadas» por la campaña electoral del 25S. El presidente de Ciudadanos señaló que Rajoy «parece que está esperando que le caiga del cielo la investidura» y Sánchez «no se mueve más allá del ‘qué parte del no no has entendido’».