El dilema de Los Republicanos: ir a por Le Pen o virar al centro

alexandra fernández PARÍS / E. LA VOZ

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Arrancan las primarias de la derecha francesa

22 sep 2016 . Actualizado a las 07:27 h.

La alta autoridad de Los Republicanos dio ayer el pistoletazo de salida al proceso de primarias, al desvelar la lista de siete candidatos para las elecciones que tendrán lugar el 20 y 27 de noviembre. El principal partido de la oposición se enfrenta a la tarea de poner fin a la crisis de identidad que sufre desde la derrota de 2012 obligado a resolver una pregunta: ¿debe llevar su línea política más hacia la derecha para frenar el avance del Frente Nacional o acercarse al centro para agrupar un mayor electorado? El abismo ideológico que separa la agrupación se refleja en el duelo entre los dos favoritos: Nicolás Sarkozy y Alain Juppé.

El expresidente ha dejado claro en los últimos meses que su prioridad es reconquistar el electorado de ultraderecha que Marine Le Pen le ha arrebatado. Los programas de ambos se centran en justicia, inmigración y terrorismo de forma casi idéntica, abogando por el hermetismo total. La cuestión identitaria también es recurrente en los dos casos: Sarkozy promete liberar la «comunidad nacional» de la «tiranía de las minorías» y Le Pen defiende «una Francia verdaderamente francesa». A pesar de ser frecuentemente criticado por sus rivales, Sarkozy no está solo: François Fillon, uno de los pretendientes más populares, se presenta como candidato de la derecha provincial católica, especialmente conservadora en cuestiones sociales. En caso de que el ex jefe de Estado vuelva a liderar el partido, Fillon será un aliado fuerte en su carrera por la presidencia. 

Por su parte, Alain Juppé apuesta por la moderación, una postura que le ha llevado a encabezar constantemente las encuestas. Según el alcalde de Burdeos, «correr detrás del Frente Nacional» significa el suicidio político. En su lugar, propone la «identidad feliz»: la idea de una derecha optimista, de fervor patriótico pero abierta a sus vecinos y al mundo. Con esta estrategia pretende representar no solo los intereses de derecha, si no también los del centro, en un intento de atraer a los «hollandistas» decepcionados. Tanto Juppé como Nathalie Kosciusko-Morizet, también candidata a las primarias, defienden la descentralización del Estado y una integración inmigratoria basada en la conservación de los orígenes. 

El tercero en discordia es el ex ministro Bruno Le Maire, que poco a poco recorta distancias con Juppé, Sarkozy y Fillon. Su candidatura quiere afianzarse como la alternativa a las propuestas principales. «Entre la derecha del miedo, caricaturesca al estilo Trump, y la derecha de la felicidad, débil, hay un espacio», argumenta su portavoz. Los próximos dos meses de campaña determinarán cual de las derecha ganará las elecciones.