Promueven que las sillas del coche de los niños vayan a contramarcha hasta los cuatro años

La Voz

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Aseguran que esta posición puede salvar la vida del menor y ponen como ejemplo el descenso de las muertes infantiles en accidentes de tráfico en los países nórdicos, donde estos sistemas de retención son obligatorios

22 sep 2016 . Actualizado a las 20:07 h.

Las sillas a contramarcha pueden salvar vidas. Ese es el resumen de una campaña que promueven padres y profesionales para que estos sistemas de retención sean obligatorios hasta los cuatro años (la ya DGT los recomienda, pero la ley solo impone que viajen en ellas los que pesen menos de 9 kilos).

El testimonio de los padres de Gabriel, que murió con solo dos años en un accidente de tráfico cuando viajaba con su padre, pretende concienciar de la importancia de estas sillitas. Aparentemente solo tenía un pequeño rasguño en la barbilla, pero por dentro había sufrido una decapitación interna. Iba en una silla a favor de la marcha y su cuello no soportó el impacto y se partió. Los expertos aseguran que habría sobrevivido de viajar a contramarcha.

Los impulsores de esta iniciativa resaltan que en los países nórdicos estos sistemas de retención son obligatorios hasta los cuatro años y el año pasado no hubo ninguna víctima infantil en accidentes de tráfico.

Marta Erill, fisioterapeuta y madre, es la principal impulsora de la campaña Ni un peque más en peligro, que ha encontrado apoyo y difusión en el espacio 12 meses 12 causas de Mediaset. Autora también del blog Una mamá de otro planeta y asegura que mientras la cabeza de un adulto solo supone el 6 % de su peso total, «la de un niño llega a pesar un 25 %, lo que la convierte en un proyectil poderoso en caso de accidente». Explica además que cuando se produce un impacto la cabeza sufre una tracción y va hacia delante y hacia atrás, provocando el conocido latigazo cervical en los adultos. En el caso de un niño que viaje en una silla a favor de la marcha puede producirse una «decapitación cervical» que puede derivar en heridas graves y hasta en la muerte súbita. La musculatura es demasiado frágil para soportar el peso de la cabeza y por eso se producen estas lesiones.

Esta campaña, promovida por padres y profesionales, pide a los autoridades que obliguen por ley a que los niños menores de cuatro años viajen en sillas a contramarcha, y mientras tanto, concienciar a la ciudadanía de la importancia de estas medidas. A través de varias webs como A Contramarcha, Re-tensión Infantil Que los niños viajen a contramarcha, por favor, tratan de explicar los motivos por los que estos sistemas de retención son mejores que los que van a favor de la marcha. Jesús Rodríguez es guardia civil y forma parte de esta plataforma, confiesa que por desgracia ha tenido que acudir «a demasiados accidentes, donde menores con edad y cuerpo como para ir en sillitas en sentido contrario, resultaban gravemente heridos, por utilizar sistemas a favor de la marcha», según recoge la web de la DGT.

 

En varios vídeos muestran con una crudeza extrema, recordando los utilizados hace años por la DGT en campañas del uso del cinturón, cómo reacciona el cuerpo de un niño ante un impacto.

 

A favor y en contra

A la hora de comprar una sillita para el coche, muchos padres se encuentran con el dilema de cientos de modelos, con diversos precios y con todo tipo de argumentos a favor y en contra de cada una. Esta campaña pretende derribar además falsos mitos de las sillitas a contramarcha, que suponen únicamente el 1 % de las que se venden. Una de ellas es que el niño se aburre al viajar en esa posición, algo que explican no es cierto, ya que lo que ve el menor al fin y al cabo es el respaldo del asiento, del delantero o del trasero, según el sistema de retención. A otros les preocupa además no ver al pequeño, pero recuerdan que existen sistemas de espejos para poder observarlo desde los asientos delanteros. También rebaten que el niño se marea más cuando va de espaldas, afirmando que se debe a otros factores, pero no a ir a contramarcha.