Los investigadores activan la línea del móvil de Diana en busca de pistas

MONCHO ARES / J. M. JAMARDO RIBEIRA / LA VOZ

ACTUALIDAD

Aseguran que no hay ninguna prueba ni sospecha sobre el paradero del terminal

24 sep 2016 . Actualizado a las 12:22 h.

«Si hubiese la mínima sospecha de dónde puede estar el teléfono móvil de Diana Quer, por descontado que se hubiera realizado una búsqueda ya». Fuentes oficiales respondieron de esta forma ayer, cuando se difundió que el terminal iPhone 6 de la chica había emitido una señal. En realidad, lo que ocurrió fue que la Guardia Civil accedió a la línea de teléfono de la adolescente, tras conseguir una orden judicial, tal y como confirmó el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz; el fin era acceder a toda la información que pueda contener y que sirva para esclarecer el caso.

Y es que, ya desde que en la madrugada del 22 de agosto se perdiera toda pista de Diana Quer, el teléfono móvil fue la primera referencia de los investigadores para tratar de encontrar algún indicio, y gracias a los enlaces que el aparato fue dejando en las antenas situadas en las inmediaciones de A Pobra e incluso en la de Taragoña, a unos 15 kilómetros, se pudo llegar a conclusiones como que la chica tuvo que desplazarse en un medio de transporte, por la velocidad del cambio de enlaces entre antenas, o haber circulado por la autovía hasta, por lo menos, el puente sobre la ría de Beluso, ya que en la torreta situada en Chorente se detectó una conexión.

Fuentes de la investigación precisaron que un registro en un enlace de telefonía no significa que el terminal haya estado parado en las proximidades y, teniendo en cuenta que la antena se encuentra muy próxima a la autovía y a la carretera comarcal, las dos principales salidas de Barbanza, incluso cabe la posibilidad de que la conexión se produjese al paso del vehículo por alguno de ambos viales, y hasta puede que el aparato ni siquiera circulara por las proximidades, puesto que se trata de un enlace rural que tiene un alcance de entre 15 y 20 kilómetros.

Los rastreos realizados tanto en el puerto de Taragoña como en la antigua fábrica de madera y también en parajes del interior, hacia el municipio de Lousame, por una zona de montaña, por parte de la Guardia Civil el 9 de septiembre, se realizaron al confirmar que hubo una conexión del móvil de Diana con la antena de Chorente, y no porque el terminal emitiera una señal que permitiera su localización, «de lo contrario, se hubiese ido a tiro fijo», señalan fuentes oficiales.

Esta conexión tiene el valor añadido de que se puede cotejar con las de otros teléfonos móviles que pudieran ser de la persona o personas que acompañaban a Diana en el momento en el que su terminal dejó el rastro en este enlace de Chorente, datos que, cruzados con las matrículas de los coches que circularon por el puente sobre la ría aquella noche, podrían arrojar una luz que no acaba de concretarse, porque el tráfico a aquellas horas de la madrugada no era intenso en la autovía, en la que hay cámaras de seguridad, dispositivos que no hay en la carretera AC-350.

Ardua labor

La ardua labor que están realizando distintas secciones de la Guardia Civil, especialmente la Policía Judicial y la Unidad Central Operativa (UCO), no ha dado los frutos deseados, lo que ha obligado a la investigación a volver sobre las pistas iniciales, lo que no significa un regreso al punto de partida, ya que se han efectuado descartes de miles de matrículas, de testimonios y otros detalles que permiten reducir el campo de actuación.

Los investigadores tienen «muchísima información y trabajan para intentar cuadrar el puzle», declaró ayer el ministro del Interior en funciones, que ha insistido asimismo en que se mantienen las dos vías posibles: una desaparición forzada o una ausencia voluntaria.

Así las cosas, la investigación continúa recogiendo testimonios, buscando pistas sobre el vehículo en el que pudo subir Diana y tratando de identificar a quien pudo haberla acompañado o llevado a la fuerza.