La venganza inesperada de «miss Piggy»

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / E. LA VOZ

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V TELEVISIÓN

La historia que contó Clinton sobre Alicia Machado no solo fue una estrategia de la demócrata. La venezolana llevaba tiempo planeándola

28 sep 2016 . Actualizado a las 12:32 h.

La venganza suele servirse fría y en bandeja. La de la venezolana Alicia Machado, miss Universo hace 20 años, contra Donald Trump se coló en el debate cuando Hillary Clinton invocó su nombre para cargar contra la misoginia del republicano.

«Este es un hombre que ha llamado a las mujeres cerdas, prostitutas y perras. Alguien que ha dicho que el embarazo es un inconveniente para los empresarios. Que ha dicho que no merecemos ser pagadas igual que un hombre por un buen trabajo», dijo Clinton en los minutos finales del debate. «Y una de las peores cosas que dijo sobre una mujer fue en un concurso de belleza, y fue llamar a esa mujer miss Piggy [miss cerdita] o miss Housekeeping (miss señora de la limpieza) porque era latina», espetó. «Donald, ella tiene un nombre. Su nombre es Alicia Machado. Y ella se ha convertido en ciudadana de EE.UU. y puedes apostar que va a votar en noviembre», soltó. Un golpe certero que descolocó a Trump. «Nunca he dicho eso. ¿Dónde has encontrado esto? ¿Dónde has encontrado esto?», intentó zafarse negando la mayor.

Para Clinton, una estrategia para arrogarse el voto de las mujeres. Para Machado, la venganza ante millones de televidentes. ¿Estaba preparado? Parece que sí. La cuenta de Twitter de la campaña demócrata tenía colgado a primera hora el relato de la venezolana: «Me gritaba: ‘te ves fea’ o ‘te ves gorda’». Fue coronada miss Universo poco después de que el multimillonario comprara el concurso de belleza. Cuando subió de peso, Trump no tuvo piedad con ella. Su falta de autoestima le provocó bulimia, anorexia y visitas al psicólogo.

Desde que en agosto consiguiera la ciudadanía, Alicia Machado es un claro apoyo de la demócrata como mujer e hispana. Trump no tuvo reparos en volver a cargar ayer contra la exmiss. «Era la ganadora y, bueno, ganó un montón de peso, y era un verdadero problema», declaró en Fox News. Explicó que cuando Clinton sacó el tema al final del debate, pensó en hablar de las infidelidades de Bill Clinton. «Pero decidí que no debería hacerlo, porque su hija estaba entre los invitados. Creo que hice lo correcto. No me sentía cómodo haciéndolo con Chelsea en la sala», agregó.

Los dos candidatos colaron entre los invitados al debate a personalidades molestas para el rival. Clinton apostó por el multimillonario Mark Cuban, dueño del equipo de la NBA Dallas Mavericks y uno de los críticos más feroces de Trump. Este al final no cumplió su amenaza de invitar a Gennifer Flowers, que en 1992 dijo ser amante del entonces candidato Bill Clinton. En vez de la examante, optó por dos antiguos mandos militares, el general Mike Flynn y el teniente general Keith Kellogg, y el padre de un Navy Seal muerto en Afganistán.