Para poder participar en las primarias republicanas, es necesario firmar una carta de adhesión a los valores de la derecha y del centro, un compromiso meramente testimonial que algunos votantes de izquierda toman como un mal menor si se compara con los beneficios que esperan obtener a cambio
04 oct 2016 . Actualizado a las 07:38 h.El estrabismo de la coyuntura política francesa ha quedado nuevamente retratado tras revelarse que hasta el 10 % de electores de izquierda están dispuestos a votar en las elecciones primarias de Los Republicanos, el principal partido de la derecha tradicional.
Según un estudio, realizado por el Centro de Investigación de Sciences Po París (Cevipof), el mayor beneficiario de los votos será Alain Juppé: de ellos, un 66% están decididos a votar por el alcalde de Burdeos en la primera vuelta de las primarias. El objetivo: apartar a Nicolás Sarkozy de la carrera por el Elíseo y eliminar a Marine Le Pen en la segunda vuelta de las presidenciales, ya que Juppé es el único candidato a la derecha y a la izquierda que le lleva una cómoda ventaja en las encuestas.
Un posible duelo entre Sarkozy y Le Pen es visto por la izquierda como el peor de los escenarios posibles. «No quiero tener que elegir entre un candidato de derecha extrema y otro de extrema derecha», justificó a Le Monde Nicolas Bertemes, un ingeniero de convicciones socialistas. Es uno de los miles de franceses que ven la posibilidad como elegir «entre la peste y el cólera».
Para poder participar en las primarias republicanas, es necesario firmar una carta de adhesión a los valores de la derecha y del centro, un compromiso meramente testimonial que algunos votantes de izquierda toman como un mal menor si se compara con los beneficios que esperan obtener a cambio. «Soy de centro izquierda, suficientemente cerca de la derecha como para no sentir que estoy vendiendo mi alma», confiesa Claire Perret, ama de casa de la región parisina.
El candidato favorito de las primarias conservadoras aprovechó su entrevista con el periódico Journal du dimanche del pasado domingo para atacar a Sarkozy, quien le acusa de intentar seducir a la izquierda socialista. «Cuando buscamos ser elegidos por los electores del Frente Nacional, nos arriesgamos a llevar una política inspirada en tesis del Frente Nacional», le espetó Juppé.