El directivo de Caja Madrid Pérez Claver da validez a la hoja que recoge los gastos

Efe MADRID

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Sergio Barrenechea

Considera «impensable» que el presidente de la entidad, Miguel Blesa, le estuviera proponiendo «cosas ilegales» cuando le dio la tarjeta «black»

07 oct 2016 . Actualizado a las 15:59 h.

El exdirectivo de Caja Madrid y usuario de las tarjetas opacas de la entidad Mariano Pérez Claver ha reconocido hoy ante la Audiencia Nacional la validez de la principal prueba inculpatoria, la hoja de cálculo excel aportada por Bankia, con lo que se convierte en el primer acusado que reconocerla. A preguntas de la defensa de los también acusados Alberto Recarte y Jesús Pedroche, el que fuera directivo de la caja ha enfatizado que «era legítimo gastar lo que quisiera puesto que era mi dinero», y ha exclamado ante la sala «¡pero cómo me iban a pedir justificantes si eso vulnera la ley de protección de datos!».

Sobre la hoja excel, Pérez Claver ha asegurado que no ha puesto ninguna objeción al respecto porque quiere «que se demuestre en este juicio» que su actuación profesional «fue correcta», aunque dichos datos «no dejan de ser el tratamiento de unos ficheros». Asimismo, ha dicho que nunca pensó que hubiera ninguna irregularidad en este sistema, ya que era impensable «que el presidente ejecutivo, mi jefe (Miguel Blesa), me estaba proponiendo cosas ilegales. ¡Es absurdo!».

Respecto a las retenciones fiscales de estas tarjetas, ha defendido que en todo momento pensó que era la propia entidad la encargada de realizarlas, además de comprobar que los certificados recibidos de Caja Madrid eran similares a los de «otras empresas cotizadas del Ibex» en las que ha trabajado.

En cuanto a la naturaleza de la tarjeta, ha explicado que es «un instrumento de pago de parte de la retribución salarial anual, que se devenga en el momento del otorgamiento», por lo cual a partir del 1 de enero podía disponer de ello. Por tanto, ha sostenido el exdirector de banca comercial de la caja, «no se puede ampliar ni reducir» la cuantía de una tarjeta «que pondera el potencial directivo y la dedicación al trabajo».

Pérez Claver ha lamentado el tratamiento que se ha dado a los 65 acusados de apropiarse de forma continuada del patrimonio de la caja a través de este medio de pago, y a quienes se les ha responsabilizado «incluso de la muerte de Manolete». 

Por su parte, el exdirector de negocio de Caja Madrid Matías Amat ha explicado al fiscal que nunca, en siete años, le llamó la atención que el certificado de retenciones no incluyera detalles de los gastos efectuados con las tarjetas ya que era «un porcentaje muy bajo de mi retribución, por lo que me pasó desapercibido».

En la séptima sesión de juicio, también han comparecido los exconsejeros José Acosta, Beltrán Gutiérrez Ricardo Morado y Ramón Ferraz Ricarte. Acosta, consejero en Caja Madrid en representación del PSOE, ha explicado que pertenece «a la galaxia Gutenberg», por lo que se lleva «mal» con las nuevas tecnologías, razón por la que nunca se preocupó en consultar su saldo; en tanto que los demás han centrado su discurso en asegurar que la tarjeta era de libre disposición y que les permitía acceder, con mayor flexibilidad, a una parte de su salario.