Los salarios más bajos se hundieron un 28 % en la crisis, ensanchando la desigualdad

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Por sus peores condiciones laborales, el riesgo de pobreza se concentra en jóvenes y mujeres, según un informe de Oxfam

04 nov 2016 . Actualizado a las 08:06 h.

La crisis ha dejado tras de sí en España un reguero creciente de trabajadores pobres: tener un empleo no les garantiza cubrir sus necesidades básicas. Casi el 29 % de la población -el 13,2 % de los trabajadores- está en riesgo de pobreza y exclusión social. Esa es una de las conclusiones del último informe de Oxfam Intermón, que, bajo el título Bajan los salarios, crece la desigualdad, analiza cómo ha aumentado la brecha retributiva entre quienes más y menos ganan.

Así, mientras que el 10 % de la población con los ingresos más altos -con una media de 5.628 euros mensuales- «consiguió mantenerlos e incluso aumentarlos», el 10 % peor pagado -en torno a 375 euros- vio sus salarios desplomarse casi un 28 % entre el 2008 y el 2014.

El informe, presentado ayer por la oenegé, subraya que mientras que en el 2006 el 10 % de los españoles más pudientes disfrutaban de una renta diez veces superior a la del 10 % más desfavorecido, en el 2015 esa diferencia se elevó un 50 %, hasta 15 veces.

Esta desigualdad galopante -en el 2014, España fue el cuarto país más desigual en renta- la encarnan tanto la imparable concentración de las rentas en manos de los que más tienen como la asimétrica caída del poder adquisitivo de los trabajadores, ya que para el 30 % con menor renta menguó más del 18 % durante la crisis, un porcentaje que duplica el 8 % de las clases medias.

Oxfam Intermón también pone el foco sobre los más desfavorecidos en este proceso: las mujeres y los jóvenes. Sus precarias condiciones laborales los convierten en candidatos a la pobreza y la exclusión. En el caso de las mujeres, que tienen que trabajar hasta 50 días más para equiparar su retribución a la de los varones, ganan de media casi un 19 % menos, casi lo que ellos percibían hace una década por el mismo trabajo. En lo que respecta a los trabajadores más jóvenes, uno de cada cinco están en riesgo de pobreza, una cifra solo superada en la UE por Rumanía.

Para combatir tan desolador escenario, la oenegé propone adoptar medidas, entre las que destacan un incremento progresivo del salario mínimo interprofesional, que ahora está en 764 euros mensuales, hasta los 1.000 en el 2020, o regular por ley las diferencias salariales, para que el sueldo más alto no pueda superar en más de diez veces el salario medio de la empresa.