El pequeño Nicolás, a un paso del banquillo y la cárcel por su intento de estafa en Ribadeo

José Francisco Alonso Quelle
José Alonso RIBADEO / LA VOZ

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El fiscal pide que sea condenado a siete años de prisión y dos policías cómplices a cinco años y medio

19 nov 2016 . Actualizado a las 23:31 h.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, El Pequeño Nicolás, será juzgado por su intento de estafa en Ribadeo, en donde se presentó el 13 de agosto del 2014 como supuesto enlace entre el Gobierno y la Casa Real para consumar una estafa a un empresario asturiano. Ribadeo es una localidad que difícilmente olvidará; la que le proporcionó fama y la que le pone a las puertas de la cárcel. El fiscal Alfonso San Ramón pide para él siete años de prisión y 81.000 euros de multa por los delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho activo.

El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, entrando en la reunión en la que lo esperaba el pequeño Nicolás
El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, entrando en la reunión en la que lo esperaba el pequeño Nicolás XAIME RAMALLAL

Si bien la fiscalía había renunciado a presentar escrito de acusación al considerar que existían deficiencias en la instrucción, finalmente el viernes sí lo hizo. El fiscal avala los argumentos del juez Arturo Zamarriego, que instruyó la causa que ahora pasará a la Audiencia de Madrid para que se inicie el juicio. En él es muy probable que se llame a declarar como testigos a varios ribadenses: el propietario y personal del restaurante donde se escenificó la estafa, el alcalde de Ribadeo, el sargento de la Policía Local y el presidente del Real Club Náutico, que ya testificaron en su día.

El 13 de agosto del 2014 el pequeño Nicolás los engañó a todos, hasta al jefe de Puertos de Lugo, que accedió a reservar plazas de aparcamiento en el muelle. Solo el comandante accidental de la Guardia Civil de Ribadeo se negó a las peticiones de Francisco Nicolás Gómez y sus cómplices, porque la escolta que pidieron no había sido solicitada por los conductos oficiales.

El objetivo del pequeño Nicolás, un facilitador o conseguidor, era cerrar en un restaurante de Ribadeo los últimos flecos de un acuerdo que, según consta en el sumario de la causa, se pretendía sellar esa misma semana ante notario en Marbella. Llegó con un amplio dispositivo de seguridad, tras hacer reserva en un restaurante para tres comensales, uno de los cuales sería Felipe VI. Pero fue descubierto por las suspicacias que generó en el empresario asturiano, que decidió llamar a María Pico, jefa del gabinete de Vicepresidencia del Gobierno, y a Javier Ayuso, jefe de comunicación de Casa Real, para saber si Francisco Nicolás Gómez era quién decía. Todo el caso de Ribadeo tuvo gran repercusión mediática y comenzó su caída, donde menos lo esperaba.

El fiscal también pide penas de prisión de cinco años y medio para los policías Jorge González Hormigos y Carlos Pérez López-Dávila, como cómplices del sainete que montaron en Ribadeo. Pero la pena puede ser mayor. La Asociación de Policía Municipal Unificada de Madrid, que ejerce de acusación particular en la causa, pide para el pequeño Nicolás 11 años de prisión.