La purga de la gestora a los sanchistas reabre las heridas internas en el PSOE

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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TONI ALBIR | EFE

La dirección mantiene en sus cargos a los socialistas catalanes y a Margarita Robles

19 nov 2016 . Actualizado a las 09:55 h.

Las heridas en el PSOE no solo siguen abiertas sino que se agravan cada día. La gestora socialista nombrada tras la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general consumó ayer el castigo a una buena parte de los diputados díscolos que desobedecieron la orden de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Aunque finalmente no todos los que votaron en contra fueron apartados de sus cargos, la purga fue incluso más allá de lo esperado, ya que también han sido destituidos algunos diputados que se abstuvieron, aunque lo hicieran a regañadientes, e incluso senadores afines a Sánchez.

El castigo provocó una airada reacción de los afectados y de los próximos al ex secretario general, que lo calificaron de «revancha». La gestora apartó entre otros muchos a Meritxell Batet, diputada del PSC que formaba parte de la dirección del grupo parlamentario. Otro destacado dirigente que cae en desgracia es Óscar López, que fue portavoz en el Senado en la época de Pedro Sánchez y hombre de su máxima confianza. Ya en un primer momento, López fue apartado de la portavocía del grupo parlamentario, pero se le adscribió a Educación. Ayer, sin embargo, se le privó de cualquier responsabilidad en el Senado, pasando así a ser un diputado raso.

Además, se aparta también a otros parlamentarios próximos a Sánchez que ocupaban cargos relevantes en el Congreso y el Senado, como Susana Sumelzo y Sofía Hernanz. Entre los depurados por la gestora presidida por el asturiano Javier Fernández están también dos parlamentarias de esa comunidad afines al exlíder del PSOE, Adriana Lastra y Luisa Carcedo, y la diputada por Ourense Rocío de Frutos, que era portavoz adjunta de la Comisión de Empleo y Seguridad Social.

Pero no todos los que votaron no a Rajoy han sido castigados. A pesar de que ella misma llegó a dar por hecha su destitución, la magistrada Margarita Robles, que no milita en el PSOE y a la que Pedro Sánchez situó como número dos al Congreso por Madrid, seguirá como presidenta de la Comisión de Justicia. La gestora era consciente de que removerla de ese puesto habría tenido un impacto muy negativo. Pero en esa decisión ha influido también el hecho de que, de haberla apartado, los socialistas tendrían que negociar con el PP para mantener al frente de la comisión a un socialista. Algo que, después de que el PSOE impidiera que Jorge Fernández presidiera la Comisión de Exteriores, era un problema. Tras conocer la decisión, la jueza olvidó sus recientes críticas a la gestora, llamó a «pasar página», instó a «trabajar unidos» como oposición «seria y rigurosa» y aseguró que «en el PSOE no sobra nadie». 

Diferencias de criterio

El portavoz de la gestora, Mario Jiménez, explicó las diferencias de criterio a la hora de decidir los relevos asegurando que la conformación de los nuevos equipos obedece únicamente a baremos de «capacidad y confianza». Los socialistas catalanes, que desobedecieron en bloque la orden de abstenerse en la investidura, salen indemnes. Los tres diputados del PSC que ocupaban portavocías en las comisiones permanecen en sus puestos. Y, según Jiménez, en el caso de Batet, su puesto en la dirección del grupo queda «vacante» a la espera de que se resuelva la crisis entre el PSOE y el PSC, ya que en la sede de Ferraz están «seguros» de que ambas formaciones seguirán trabajando juntas y los miembros del PSC tendrán «opción de formar parte de la dirección del grupo».

El PSC da la crisis por acabada y aboga por tener una «relación más sensata»

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, mostró ayer su voluntad de reconducir la crisis con el PSOE dando por concluida la fase de enfrentamiento, a pesar de que la socialista catalana Meritxell Batet haya sido apartada de la dirección del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. Iceta aseguró que el PSOE «sale perdiendo» al relevarla, pero espera que se trate de algo «temporal» y suponga el «punto final del episodio». A partir de ahora, según dijo, lo que hay que hacer es recuperar una relación «más sensata» entre ambas formaciones.

«Celebro que diputados del PSC en comisiones mantengan sus responsabilidades», señaló Iceta, quien explicó que Batet seguirá siendo la coordinadora de los socialistas catalanes en el Congreso. Respecto al futuro de las relaciones entre el PSOE y el PSC, se mostró «convencido» de que esta crisis «acabará bien», porque, para «coser», ambas partes tienen «aguja, hilo y ganas».

«Sé que hay mucha gente a la que le gusta compararnos con un matrimonio o una pareja, pero a mí me gusta más hacerlo con una relación de hermanos, que no lo dejan de ser nunca, aunque pueden tener desencuentros o épocas largas de no tener relación», dijo. Y respecto a si ve posible que el PSOE recupere su federación socialista en Cataluña, independiente del PSC, respondió: «No lo veo, no he hablado con ningún dirigente del PSOE que me haya evocado esta posibilidad».