La presidenta del Parlamento extremeño obliga a votar tres veces a los diputados al no entender que no había empate

La presidenta del Parlamento de Extremadura, la socialista Blanca Martín, ha dejado claro a los miembros de la Cámara regional que conoce bien el reglamento, pero no tanto el significado de los votos que emiten los diputados. Los conceptos sí, no y abstención se le atragantaron a la política extremeña cuando la semana pasada el Parlamento procedía a votar una propuesta de Podemos para instar al Gobierno central a eliminar el PER.

El resultado de la votación fue clarísimo. La propuesta solo obtuvo seis votos a favor, los de los parlamentarios de la formación morada, mientras que el resto de la Cámara se dividió a partes iguales (29 votos cada opción) entre el no -PP y Ciudadanos- y la abstención -PSOE-. Nadie tenía dudas de que la iniciativa de Podemos no había prosperado. Nadie salvo Blanca Martín, que interpretó que se había producido un empate y ordenó repetir la votación «según la interpretación del reglamento, en este caso por mí».

 Pese al desconcierto y los murmullos entre los diputados, la innecesaria votación se repitió de inmediato con idéntico resultado, por lo que Martín, lejos de enmendar su error, resolvió una vez más que había un empate y que era preciso votar de nuevo y desempatar, en esta ocasión al final de la sesión.

 El error era ya tan evidente para los diputados extremeños, que al final de la sesión, cuando la presidenta se preparaba para resolver a la tercera la propuesta de Podemos, que dos portavoces parlamentarios, de PP y PSOE, pidieron la palabra para aclarar el entuerto. Primero fue la popular Cristina Teniente, quien expresó el «desconcierto» de su grupo ante la insistencia en votar una cuestión que ya estaba resuelta desde el principio y, a continuación, tomó la palabra Valentín García, socialista como la presidente de la Cámara, quien no pudo ser más claro en su explicación: «No se puede repetir la votación porque pasa exactamente igual que en la votación anterior: hay más noes que síes, queda rechazado directamente».

Martín dio las gracias por las aclaraciones, pero hizo oídos sordos y, en virtud de su autoridad, decidió insistir en el error: «La interpretación del reglamento la hace esta Presidencia, por lo tanto vamos a votar de nuevo la propuesta». El último resultado fue similiar, en lo esencial, a los dos anteriores, aunque ya no coincidían las votos de noes y abstenciones: 6 a favor, 27 en contra y 29 abstenciones. Entonces sí, la presidenta de la Cámara dio por rechazada, con satisfacción, la propuesta y dio por concluida la sesión. 

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