El Fondo Monetario, erre que erre con que España tiene que subir el IVA

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

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Chema Moya | EFE

Dice que el turismo y la restauración deberían tributar al tipo general del 21 %

14 dic 2016 . Actualizado a las 08:48 h.

Una de cal y varias de arena. España ha superado con nota el examen al que cada año la somete la lupa del Fondo Monetario Internacional. Lo certificó ayer en Madrid Andrea Schaechter, la jefa de la misión del organismo en España. No escatimó Schaechter en elogios a la hora de calificar la recuperación que ha protagonizado la economía patria en los tres últimos años. «Impresionante», a su juicio. Ni tampoco cuando subrayó que el país «está creciendo el doble que la media de la Unión Europea», y que «ha creado un millón de puestos de trabajo en dos años». Y eso porque «está recogiendo el fruto de las reformas». Hasta aquí la de cal.

Después, las de arena. Resumiendo: que está muy bien lo que se ha hecho hasta ahora, pero que no basta. Hay que seguir bregando para achicar el déficit. Y la deuda. Porque, ni de lejos, cumple el país lo que ordena el sacrosanto Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El agujero de las cuentas públicas bajará este año al 4,6 % y todavía habrán de pasar dos años más para que se sitúe por debajo del 3 % que bendice la biblia europea. Y la deuda anda en el 100 % del PIB, lejos, muy lejos, del 60 % que mandan la escrituras.

Pero, ¿cómo hacemos? La receta del Fondo Monetario Internacional no es nueva. Tiene, eso sí, algún toque de cocina vanguardista. Pero, mínimo. Los ingredientes vienen a ser los mismos del viejo guiso de la abuela. Aunque sabe a rayos. Hay que subir los impuestos.

Con los gastos no hay mucho que hacer tras años de tijera. Lo único, emplear el dinero con más tino. Mejorar la eficiencia. De ahí que recomiende «una revisión de arriba abajo de los gastos en lugar de recortes indiscriminados. Sobre todo, en sanidad y educación». Porque «se pueden hallar áreas de ahorro con programas bien diseñados y un análisis detallado».

Y como por el lado de los desembolsos apenas hay margen, no queda otra que actuar en el de los ingresos. «No sugerimos austeridad. El ajuste puede ser gradual y hacerse con subidas de impuestos». Con esa frase resumió Schaechter la base de su receta. Justo lo contrario de lo que hizo Rajoy en la anterior legislatura, en la que aprobó una rebaja fiscal, que levantó ampollas en Bruselas. Medida que le hizo un roto a las arcas públicas que ahora ha habido que remendar con nuevas subidas en alcohol y tabaco y la supresión de deducciones del impuesto de sociedades, entre otras cosas. 

La gran obsesión

¿Por dónde empezar? Por el IVA. ¿Por dónde si no? Es la gran obsesión del FMI. Y de Bruselas.

El caso es que España, recuerda el organismo, recauda un 3 % menos que la media europea en ese capítulo. Y mantiene que solo con que una serie de productos y servicios, ahora gravados con el tipo reducido, pasasen al general, la arcas del Estado verían llegar hasta ellas hasta 15.000 millones de euros. Lo que propone: una subida del IVA que grava las actividades tligadas al turismo como hoteles, restaurantes y cafeterías, que actualmente disfrutan de un tipo del 10 %.

Pero, no solo hay que subir el IVA. Porque, «en estos tiempos de bajos precios de la energía, hay margen para aumentar los impuestos especiales y las tasas medioambientales».

En el capítulo del empleo, plantea una asignación «más eficaz» de las bonificaciones a la contratación y hacer «más atractivos para los empleadores» los contratos indefinidos. Y ve, claro, con buenos ojos que se abra el debate sobre el contrato único y la implantación del modelo austríaco. También llamada mochila austríaca (fondo individual para cada trabajador que incluye la indemnización por despido). Schaechter también bendijo la subida del 8 % del SMI para el 2017 por tratarse de un colectivo vulnerable. Sin embargo, advirtió de que esta subida «no puede ser generalizada» para el resto de los salarios. 

Hay que atar en corto a las autonomías

En la misión del FMI para España están convencidos de que si el Gobierno no modifica el sistema de financiación autonómica, este «seguirá suponiendo un riesgo para la consecución de los objetivos fiscales». Para ello propone más mano dura con las comunidades para hacer cumplir «de modo más automático y estricto las metas». A cambio de esto aconseja que se dote a los Gobiernos autónomos de «mayor capacidad de movilización de sus propios ingresos».

A juicio de los expertos del organismo que dirige Christine Lagarde, la reforma de la financiación autonómica debe mejorar los incentivos a las comunidades autónomas para que cumplan con sus objetivos de déficit, aunque «teniendo en cuenta sus diferentes capacidades económicas».

Fusiones bancarias para que el sistema sea más eficaz

El Fondo Monetario Internacional también reconoce en su informe la mejora que ha experimentado el sistema bancario patrio y alaba las medidas adoptadas en los últimos años y que han permitido sanear el sector.

Sin embargo, advierte de que las ratios de morosidad y el volumen de activos tóxicos siguen siendo elevados. Unos riesgos que se suman a los problemas de rentabilidad que acarrean los bajos tipos de interés a los que obliga la política monetaria del BCE.

Por este motivo y para lograr una mayor eficacia, el organismo considera que será necesario realizar «fusiones» entre entidades, ya sean a nivel nacional o internacional. Además, el Fondo recuerda que España tiene más oficinas que la media de la UE, por lo que avala los cierres que se han producido en los últimos tiempos.