Pablo Iglesias pide perdón por las disputas, pero apunta a Errejón como responsable

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

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El líder de la formación morada pide contención para parar la «torpeza»: «Si lavamos nuestros trapos sucios en los medios destruiremos Podemos»

29 dic 2016 . Actualizado a las 08:31 h.

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón trataron ayer de escenificar una tregua en la guerra abierta que mantienen por el control de Podemos. El secretario general pidió perdón a la bases por los enfrentamientos internos de las últimas semanas, aunque apuntaba veladamente a los errejonistas como principales responsables. Su número dos le agradeció el gesto y señaló que «todos nosotros debemos estar a la altura de las esperanzas que hemos despertado». Casi al mismo tiempo, los pablistas y sus aliados anticapitalistas consumaban la destitución del errejonista José Manuel López como portavoz en la Asamblea de Madrid. La votación volvió a mostrar que Podemos está dividido en dos, ya que 14 diputados se pronunciaron a favor del cese y 13 en contra.

Iglesias aprovechó las quejas y reproches de Teresa Torres Perales, una mujer extremeña de 76 años, para lanzar su llamamiento a cesar las hostilidades. La denominada abuela de Podemos critica en una nota de voz que le envió por Whatsapp la desunión de los líderes del partido, que cada uno vaya por su lado, y dice que no comprende que «con tanto problema como tenemos en este país» hablen de tonterías. En todo caso, se muestra fiel a Iglesias, a quien considera el líder indiscutible, y culpa a los demás de no ayudarlo y de tirar cada uno por su lado, convirtiendo a Podemos en una «jaula de grillos». «¿Vamos a echarlo todo a estropear por esa tontería de ‘yo quiero estar en primera fila?’», se pregunta.

En su carta a la gente de Podemos que lee en un vídeo publicado en Twitter, Iglesias pide perdón porque «os estamos avergonzando», y asegura que «todavía podemos parar esta espiral de torpeza». «Perdonadme por haceros pasar esta vergüenza», repite una y otra vez. Pero se reafirma en sus posiciones políticas y culpa de la deriva del partido a quienes han convertido el debate interno en «lógicas de familias que buscan cuotas de poder», es decir a los errejonistas. Además, justifica a sus partidarios que participaron en la campaña contra el secretario político en Twitter, entre ellos su jefa de gabinete, Irene Montero, y el secretario de organización, Pablo Echenique, porque lo hicieron «con buena intención» para defenderlo y «no quisieron callarse más» ante «las acusaciones de otros compañeros». Les pide que dejen de hacerlo, aunque deja claro que llevan razón. De nuevo sitúa a los errejonistas como culpables de las disputas. Y advierte: «Si los medios y las redes siguen siendo el escenario donde lavemos nuestros trapos sucios, destruiremos Podemos».

No es callar a nadie

Por ello, reclama a los portavoces del partido y a quienes salen en los medios «que se contengan y que dejen de hablar de nosotros mismo». Pero niega que eso signifique «callar a nadie», sino «respetar a quienes nos han traído hasta aquí». Su único error ha sido «responder a compañeros que me interpelaban en las redes sociales o en los medios». De nuevo una alusión crítica a los errejonistas. Según Iglesias, «un debate sano se ha convertido en la mejor arma de nuestros enemigos».

La respuesta de Errejón fue dar las gracias a Iglesias y asegurar que a todos les toca «estar a la altura de las esperanzas que hemos despertado». Una de sus colaboradoras, Rita Maestre, no se dio por aludida y volvió a reprochar a Iglesias y su entorno la campaña contra Errejón. Otro errejonista, el juez Juan Pedro Yllanes, afirmó que el mensaje de Iglesias debió de llegar «con interferencias» a Madrid, porque sus palabras no se compadecen con la laminación por los pablistas de López. Por su parte, Echenique animó a seguir su ejemplo, «pedir disculpas» por los enfrentamientos y, de paso, «aplicarse el cuento» para que las disputas no se repitan.

Sánchez agradece el apoyo, pero no aclara si irá a las primarias

Pedro Sánchez se va a tomar su tiempo. Fuentes de su entorno aseguran que aún no tiene decidido si dará el paso y se presentará a las primarias, como le reclamaron el martes un grupo de 68 cargos medios del PSOE. Sánchez no aclaró ayer si disputará el liderazgo del partido. En su cuenta de Twitter se limitó a mostrar su «gratitud inmensa por la confianza» que le dieron los fieles en un manifiesto que salió de su reunión en Madrid. Y añadió: «Entre todos/as haremos posible la recuperación del PSOE y de nuestra identidad como socialistas». Su entorno más cercano trasladó que el apoyo de sus partidarios le ha dado ánimos y confianza. Pero el ex secretario general es consciente de que va perdiendo apoyos según pasa el tiempo y que ya ninguno de los pesos pesados ni de los barones territoriales que militaron en el sanchismo activamente están ahora con él.

Los abandonos

A la defección del portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, le han seguido las del ex secretario de organización César Luena y la líder del PSE, Idoia Mendia. La balear Francina Armengol; el murciano Rafael García Toval o el ex secretario general de Castilla y León, Óscar López, también consideran que el regreso de Sánchez no es la mejor opción. Lo mismo cree el catalán Miquel Iceta, quien hasta hace muy poco lo defendió con entusiasmo y ahora se ha comprometido con la gestora a ser neutral. Incluso sanchistas acérrimos como la madrileña Sara Hernández y el castellano leonés Luis Tudanca guardan silencio. Los que fueron sus principales apoyos orgánicos están trabajando de hecho para conformar una alternativa a Susana Díaz. Su posición se puede resumir en el lema «ni Su ni Sa», es decir que ni la presidenta andaluza ni el hombre que lideró al PSOE son los indicados para volver a unir al partido y construir una alternativa al PP. El nombre que más ha sonado para encabezar esa iniciativa es el de Patxi López, pero estuvo unido a Sánchez hasta la votación de la investidura de Mariano Rajoy y algunos lo consideran marcado. No se descarta que surja un tapado, alguien que no se haya distinguido en ninguno de los dos bandos que se enfrentaron hace menos de tres meses en el comité federal.

Críticas internas en IU a Garzón por supeditar el proyecto al de Podemos

La crisis de Podemos también está salpicando a Izquierda Unida, donde se oyen voces críticas con Alberto Garzón. El que fuera secretario de organización de IULV-CA bajo la coordinación general en Andalucía de Diego Valderas, José Luis Pérez Tapias, manifestó ayer sus dudas en cuanto al proceso de confluencia de la coalición de izquierdas con Podemos, criticó que la dirección «no sabe a dónde quiere llegar», y recriminó al coordinador general, Alberto Garzón, que su diseño para IU «está supeditado al resultado del debate en Vistalegre II», la asamblea ciudadana de Podemos, para renovar sus órganos y documentos.

«Podemos debatirá con autonomía su futuro, pero vuestro diseño final -el de la dirección de Garzón- está supeditado al resultado del debate en Vistalegre II. No hay mayor supeditación que esa, así que tendremos que esperar. Pero después de la asamblea ciudadana de Podemos tendréis que definiros», porque, agrega, las elecciones del 2019 exigirán una posición clara de Izquierda Unida al respecto

El ex coordinador general Cayo Lara criticó el «culebrón por capítulos» que vive la formación morada y no da valor a la petición de perdón de Pablo Iglesias. «Me suena a confesionario y al viejo monarca», sostuvo. Lara muestra su «perplejidad» por el enfrentamiento público entre dirigentes de Podemos. En su opinión, la percepción general es que «en la izquierda hay lío y que en la derecha, aún siendo la más corrupta de Europa, da imagen de estabilidad». «Hay un problema serio e ideológico de Podemos, pero lo han convertido en un culebrón», se lamentó Cayo Lara, crítico con la unión con Podemos.