Alemania da palos de ciego y no halla a los cómplices del yihadista de Berlín

PATRICIA BAELO BERLÍN / E. LA VOZ

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HENNING KAISER | AFP

La policía liberó ayer a un sospechoso y confirmó la autenticidad del vídeo de Amri

30 dic 2016 . Actualizado a las 08:01 h.

Las autoridades alemanas siguen dando palos de ciego en la investigación sobre el atentado terrorista del pasado 19 de diciembre contra el mercadillo navideño de la Breitscheidplatz. Ayer mismo, la Fiscalía General tuvo que poner en libertad al tunecino de 40 años que estaba acusado de ser cómplice de Anis Amri, el presunto autor de la masacre, por falta de pruebas. El hombre había sido detenido el miércoles de forma preventiva, después de que su número de teléfono figurara en la lista de contactos del móvil que Amri se dejó olvidado en el camión con el que irrumpió en el mercado, matando a 12 personas e hiriendo a otras 55.

Asimismo, la portavoz de la Fiscalía confirmó la autenticidad del vídeo en el que el presunto yihadista juraba fidelidad al líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, al tiempo que anunciaba «venganza contra los cerdos cruzados por la sangre vertida de los musulmanes». Varios medios alemanes publicaban que Amri se sacó un selfie y estuvo enviando mensajes de texto así como fotos hasta diez minutos antes de perpetrar el atentado, una información que no ha sido confirmada por las autoridades. Lo que sí dijo el ministerio público es que efectivamente Amri pasó por Holanda y Francia antes de llegar al país donde fue abatido por la policía, Italia, tras haber hallado una tarjeta SIM holandesa que había sido repartida de forma gratuita antes de Navidad.

A esta hora, la Fiscalía trata de esclarecer si el arma con la que Amri intentó disparar a los agentes italianos cuando estos le exigieron que se identificara es la misma que la empleada para matar al conductor del camión antes del atentado de Berlín. La portavoz informó que aún no ha sido posible determinar el momento exacto en que murió el hombre, de nacionalidad polaca. Su cuerpo, que fue hallado sin vida en el asiento del copiloto, «no presentaba heridas de arma blanca». No obstante, habrá que esperar a que concluya la autopsia «a lo largo del mes de enero», así como las pruebas balísticas.

Pese a que las primeras informaciones apuntaban a que el conductor intentó arrebatarle el volante al yihadista para detener el camión, la Fiscalía confirmó ayer que lo que evitó una tragedia aún mayor fue el sistema de frenado automático del vehículo.

Meses en el punto de mira

Entretanto, arrecian las críticas contra las autoridades alemanas. Sobre todo después de saberse que Amri llevaba tiempo en el punto de mira de los investigadores. Según trascendió ayer, solo entre febrero y noviembre del 2016 el Centro Común de Defensa del Terrorismo de Berlín le habría mencionado hasta en siete ocasiones. La Fiscalía de Duisburgo abrió diligencias contra el tunecino el pasado abril, ante la sospecha de que estaba utilizando identidades falsas.

Entretanto el atentado ha dado alas a la ultraderecha y abierto una nueva fisura en el Ejecutivo de la gran coalición por la crisis migratoria. Ayer la CSU, el socio más conservador de Angela Merkel, redactó un documento en el que pide que todos los inmigrantes que sean rescatados en el Mediterráneo puedan ser devueltos a África. En la misma línea, el ministro austríaco de Exteriores, Sebastian Kurz, apostaba incluso por recortar los fondos de ayuda europeos a todos aquellos países que se nieguen a acoger a sus nacionales deportados, ya sea porque se les ha denegado el asilo o porque han cometido delitos.