Peña Nieto endurece el tono y asegura que México «no pagará el muro bajo ningún concepto»

La Voz REDACCIÓN | LA VOZ

ACTUALIDAD

José Méndez | efe

Las previsiones iniciales de la nueva barrera artificial hablaban de un coste de entre 8.000 y 12.000 millones de dólares

13 ene 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

«Será un muro, no una valla», reiteró Donald Trump sobre la barrera fronteriza en el río Bravo que prometió en campaña. «México lo pagará, de una forma u otra. Con un impuesto especial o mediante un pago, aunque creo que un pago no será», había dicho horas antes a preguntas de los periodistas.

Esa declaración cayó como una bomba en el seno del Gobierno mexicano, alarmado ya por las medidas hiperproteccionistas que el presidente electo de Estados Unidos pretende implantar a golpe de amenazas. La industria automovilística -México es el cuarto exportador mundial- ya lo ha sufrido de forma directa. Y la advertencia de nuevas tasas gravosas para las empresas que deslocalicen su producción a México no ha hecho más que enfriar la constipada economía azteca, muy golpeada por la caída del precio del petróleo.

Quizá por ello, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, salió raudo a responder a Trump. Sin recurrir al insulto, elevó el tono de la réplica y dejó clara la postura de su Gobierno: «No pagaremos el muro bajo ningún concepto».

Las previsiones iniciales de la nueva barrera artificial para cubrir los 3.200 kilómetros de la frontera hablaban de un coste de entre 8.000 y 12.000 millones de dólares, que algunos expertos elevan hasta los 25.000 millones.

México recibió en los once primeros meses del 2016 remesas de dinero de emigrantes por valor de 24.000 millones de dólares y el 80 % de sus exportaciones tienen como destino EE.UU., que también pretende revisar el acuerdo de libre comercio que ambos países suscribieron junto a Canadá. «Ese tratado es una de nuestras fortalezas, pero estamos dispuestos a discutir de todo con el nuevo Gobierno, con el que es evidente que tenemos diferencias importantes», recalcó.

«No son negociables principios básicos como nuestra soberanía, el interés nacional y la protección de nuestros connacionales», aseveró Peña Nieto, antes de insistir en que no acatarán ninguna decisión que atente contra la dignidad del país. Esa barrera del respeto ha sido franqueada en numerosas ocasiones por Donald Trump, que ha calificado en varias ocasiones de «violadores y delincuentes» a los emigrantes mexicanos. En su comparecencia no repitió esos términos y se mostró más diplomático: «Respeto al Gobierno de México. Respeto al pueblo de México. Los amo. Mucha gente de México trabaja para mí. Son fenomenales. El gobierno es genial. No los culpo por lo que ha sucedido. No los culpo por tratar de sacar ventaja de EE.UU. Me gustaría que nuestros políticos fuesen así de astutos», sostuvo.