Valls sufre en el primer debate de la izquierda en Francia

ALEXANDRA F. COEGO PARÍS / CORRESPONSAL

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PHILIPPE WOJAZER | reuters

Los aspirantes socialistas cuestionan el trabajo del último lustro. Por el momento, los sondeos son favorables al exprimer ministro

13 ene 2017 . Actualizado a las 08:11 h.

El primer debate de la izquierda socialista gala se tornó complicado para el por ahora favorito, Manuel Valls. El de ayer fue el primero de los tres debates previstos antes de la primera vuelta de las primarias, el 22 de enero. Nada más comenzar, los periodistas pidieron a los siete candidatos que describieran el quinquenio de François Hollande en una palabra.

El ex primer ministro, que dejó el Gobierno hace apenas dos meses, se vio obligado a defender ante sus rivales un balance  que se ha quedado lejos de los objetivos para frenar el desempleo y marcado por el terrorismo. Mientras que Arnaud Montebourg y Benoît Hamon, sus principales adversarios, lo calificaron de «difícil de defender» e «inconcluso», Valls insistió en el «orgullo» de haber servido a los franceses en algunos de los momentos más duros de la historia reciente del país. En su presentación decidió apostar por «una república fuerte», emplazando la seguridad y la protección del territorio en un lugar central en su programa.

Por su parte, Montebourg, exministro de Economía y el segundo en la carrera según apuntan los sondeos, se presentó como el candidato para «derrotar a la extrema derecha, el candidato ultraliberal, brutal, que es François Fillon», un mensaje que dirigió a «esta Francia que trabaja o que querría trabajar». Al igual que otros candidatos menores como Jean-Luc Bennahmias, de la Unión de Demócratas y Ecologistas, y Sylvia Pinel del Partido Radical de Izquierda (PRG), Montebourg quiso incidir en el relanzamiento de la economía y la necesidad de reducir el desempleo. Su objetivo es el más preciso: pasar del 10,5 % actual a un 6,1 % en un plazo de cinco años.

Salario social

Hamon, que recientemente ha irrumpido en el duelo Valls-Montebourg que anunciaban los sondeos, insistió desde el primer minuto en su principal propuesta: la creación del salario universal. En respuesta a las críticas que alertan de que podría incitar a la inactividad, el exministro de Educación recordó las reticencias de la sociedad francesa ante la aparición de la seguridad social.

Valls, en cambio, propone un «salario decente», destinado únicamente a los ciudadanos en las situaciones más precarias. Hamon también dio una importancia central a la «transición ecológica», un término que recogen otros programas como el de Valls o el de François de Rugy, del Partido Ecologista.

Por el momento, los sondeos son favorables al ex primer ministro, seguido de cerca por Montebourg y Hamon. Sin embargo, una alta afluencia de hollandistas desencantados podría acabar con su ascenso al Elíseo en la primera vuelta. «Si tan solo votan dos millones, Valls puede perder porque habrá muchos decepcionados del quinquenio que vendrán a votar; se ahogará», estima un apoyo de Vincent Peillon, candidato del PSF.