Casi 40 muertos al caer un avión sobre viviendas en Kirguistán

Patricia Alonso ESTAMBUL / E. LA VOZ

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Biskek cree que se debió a un error del piloto en medio de la niebla

17 ene 2017 . Actualizado a las 01:45 h.

Un avión de carga de la compañía turca ACT Airlines, con base en Estambul, se estrelló ayer, alrededor de las 7.30 hora local, cuando intentaba aterrizar en Manás, el principal aeropuerto de Kirguistán, a las afueras de Biskek, la capital. La aeronave se precipitó sobre una zona de viviendas próximas, destruyendo 23 casas a su paso. El fuselaje del avión, que se partió en cuatro trozos al colisionar, causó un total de 37 fallecidos, los cuatro miembros de la tripulación y 33 vecinos de Dacha-Suu, entre ellos trece niños. Un testigo aseguró a la televisión que «han muerto familias enteras mientras dormían sin poder siquiera reaccionar». Hay también más de 20 heridos, algunos en estado crítico.

La densa niebla parece estar detrás de la catástrofe aérea, pero las autoridades kirguís apuntan a que fue un error del piloto, que se equivocó en la aproximación a la pista de aterrizaje. ACT Airlines ha emitido un comunicado oficial en el que afirma que las razones del accidente no están todavía claras y ha mostrado su intención de colaborar con las autoridades turcas y kirguís en la investigación. Por la tarde, los servicios de emergencia localizaban una de las cajas negras de la aeronave, que se espera arroje luz sobre el asunto.

Descartan un atentado

El vuelo 6491 hacía la ruta de Hong Kong a Estambul, con parada técnica en Biskek para repostar. Se sabe que a esa hora el aeropuerto estaba cubierto con una densa niebla, aunque ello no impidió que once aviones aterrizasen antes que el Boeing turco, según dijo el viceprimer ministro kirguís, Mujametkali Abulgaziev, en una conferencia de prensa retransmitida por la televisión pública. Las autoridades han descartado rápidamente que se tratase de un atentado terrorista.

Según el comunicado de ACT Airlines, el avión no había tenido problemas durante el vuelo y la tripulación había descansado 69 horas en Hong Kong antes de emprender el viaje de seis horas a Bishkek. La aeronave, un Boeing 747 fabricado en el 2003, pasaba revisiones regularidad, y el piloto y el copiloto eran ex-militares turcos con sobrada experiencia de vuelo.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, llamó por teléfono a su homólogo de Kirguistán, Almazbek Atambayev, para expresar sus condolencias. El Gobierno de Ankara ha enviado además a dos expertos del Ministerio de Transporte para asistir a las autoridades de Bishkek en la investigación del accidente.

Las autoridades kirguís han decretado hoy luto nacional en honor a las víctimas.