Theresa May tratará el viernes con Trump un nuevo acuerdo comercial

La Voz REDACCIÓN, BERLÍN

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NEIL HALL

También defenderá ante el nuevo presidente americano la importancia de la OTAN

23 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Donald Trump ya tiene dos citas en su agenda internacional que marcan sus prioridades. El primer líder internacional con el que se reunirá en la Casa Blanca es la británica Theresa May. La cita será el viernes. Cuatro días después recibirá al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que llamó a limar asperezas. Unas buenas intenciones que se fueron al garete cuando primero el portavoz, Sean Spicer, se refirió a él como «primer ministro» y luego cuando Trump anunció su intención de renegociar con México y Canadá el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), firmado hace dos décadas. También anunció una próxima reunión con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, pero no le puso fecha.

Una semana después de optar por un brexit duro, el futuro acuerdo comercial entre Londres y Washington será uno de los temas que la conservadora trate con Trump, según adelantó ayer en una entrevista a la BBC. May restó importancia a la política proteccionista y la consigna de «Estados Unidos primero» que lanzó Trump en su toma de posesión. «Es lo que hace cualquier líder y cualquier Gobierno. En el Reino Unido, tratamos de anteponer los intereses del país y de los británicos al abordar cualquier asunto», sostuvo.

Otro de los focos de interés del encuentro en la Casa Blanca será el diálogo sobre la OTAN, una organización que Trump considera «obsoleta». May aseguró que el estadounidense reconoce la utilidad de la OTAN, a pesar de sus críticas, y subrayó la importancia de que más países alcancen el objetivo de destinar el 2 % de su PIB a defensa, como ya cumple el Reino Unido.

Comentarios inaceptables

Sobre las ofensas de Trump a las mujeres y las multitudinarias marchas del sábado, May prometió que reprochará al magnate cualquier comportamiento inaceptable hacia las féminas. «Ya he dicho que algunos de los comentarios que ha hecho Trump sobre las mujeres son inaceptables. Por algunos de ellos ya se ha disculpado», puntualizó.

Sobre las acusaciones de que su Gobierno utilizará la amenaza de convertir el país en un «paraíso fiscal» para presionar a Bruselas, May dijo que su objetivo es alcanzar un «buen acuerdo comercial» con la UE que beneficie tanto al Reino Unido como al bloque comunitario, pero que si no lo consigue se verá obligada a «buscar alternativas».

Mientras Angela Merkel se empeña en exigir cautela ante los arranques patrióticos del nuevo presidente de EE.UU., los socialdemócratas, sus socios en el Ejecutivo, no dudan en mostrar preocupación. Primero fue el ministro de Economía y vicecanciller, Sigmar Gabriel, quien endureció el tono. Y ayer era el titular de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, el que advertía que «con la elección de Trump, el viejo mundo del siglo XX ha quedado definitivamente atrás».

En un editorial para Welt am Sonntag, el socialista, que previsiblemente saldrá elegido presidente de Alemania el 12 de febrero, dijo: «Siempre que hay cambios en el poder, hay incertidumbre, dudas y muchas preguntas. Pero en estos tiempos de un nuevo desorden mundial, lo que está en juego es mucho más».

Envalentonados tras el triunfo de Trump, los líderes populistas siguen cargando contra la UE. Tras la cumbre de la ultraderecha, Marine Le Pen aseguró al diario alemán Bild am Sonntag que la UE «está muerta, aunque todavía no lo sabe». En Italia, el líder del Movimiento Cinco Estrellas, el cómico Beppe Grillo, juzgó que la comunidad internacional necesita a «hombres fuertes» como Donald Trump y Vladimir Putin, y tildó de «fracaso absoluto» a la UE. A Trump y Putin «los considero un beneficio para la humanidad», sostuvo en una entrevista al Jornal du Dimanche.