España tiene la cesta de la compra más barata de Europa occidental

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Los países más caros y baratos de la UE

Sin embargo, los recibos de luz y gas son de los más caros de toda la Unión Europea

05 feb 2017 . Actualizado a las 09:00 h.

Hacer la compra en España es más barato que en cualquier otro país de la Europa occidental. Un análisis de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, con datos recogidos en el 2015, revela que la cesta básica, compuesta de alimentos y bebidas no alcohólicas, es un 7,6 % más económica que la media comunitaria. Solo los supermercados de Croacia, Eslovaquia, Letonia, Estonia, Hungría, República Checa, Lituania, Bulgaria, Rumanía y Polonia tienen precios más bajos que los españoles. En el caso de los polacos, la cesta de la compra es un 37 % más barata que el promedio de los Veintiocho.

En el otro extremo de la tabla aparece Dinamarca, que se mantiene como el país más prohibitivo para llenar la despensa, ya que la comida cuesta hasta un 45 % más (claro que los salarios no tienen nada que ver con los españoles, una elemento también importante en la ecuación). Tras los daneses, los europeos que más pagan por la compra son los suecos (23 % más) y los austríacos (20 %). Aunque el nivel de precios en las tiendas suele ir en consonancia con el nivel de renta, sobre todo en productos básicos como la alimentación, hay otros lugares, como Grecia, donde la cesta básica se ha disparado en los años de la crisis como consecuencia de los draconianos ajustes fiscales que dispararon los tipos de IVA, tanto el general (que en el caso heleno ya está en el 24 %) como los reducidos. Más acusado que el griego es el caso de Malta, donde la comida ha pasado de estar un 18 % más barata que en el resto del continente en el 2007 a tener que pagar un 4 % más que el promedio en el 2015. 

Alimentación

El aceite, lo más barato y el pan, lo más caro. No, no es un error. Una barra de pan sigue siendo bastante más asequible que un litro de aceite de oliva en cualquier supermercado pero, cuando se comparan los distintos productos que integran la cesta de la compra, la del pan y los cereales es la única categoría donde los precios en España se sitúan por encima de la media europea, casi un 4 %. Es también donde se producen las mayores oscilaciones, ya que estos productos se pagan en Dinamarca tres veces más caros que en Rumanía. Sin embargo, los aceites son en nuestro país un 15 % más baratos y solo en Polonia se pueden encontrar a un precio más bajo. Tanto la carne como el pescado, la leche, las frutas y las verduras son en España más baratas que en el resto de Europa, donde Dinamarca es siempre el país con precios más elevados, salvo en el caso de los lácteos, que van más caros en Chipre y Grecia, y los vegetales, por los que hay que pagar más en Suecia e Irlanda.  

Alcohol y tabaco

Para beber y fumar, Bulgaria. Los estancos búlgaros venden el tabaco a mitad de precio que la media del resto de la Unión Europea. Y el alcohol, aunque algo más caro, también sale un 36 % más económico que en el resto del continente. Claro que si les queda un poco lejos ir a Sofía a por una cajetilla o por una botella de vodka, sepan que, en el caso de la bebida, España es, de nuevo, el país de la Europa occidental con los precios más bajos. No así en el tabaco que, tras las últimas subidas de impuestos, ya es más caro aquí que en Grecia, Portugal e incluso que en Luxemburgo. Eso sí, todavía más barato que en el resto de la UE y, sobre todo, que en el Reino Unido, donde cada cigarro cuesta más del doble que en resto del continente. 

Luz y gas

La escalada no cesa. Llueve, vaya si llueve, y aunque el precio de la electricidad ha dado un pequeño respiro en los últimos días, el recibo de la luz en España sigue estando entre los más caros de Europa. Nada que ver con el tique del supermercado. Los consumos domésticos (electricidad y gas) cuestan en nuestro país un 11 % más que la media de los Veintiocho, solo por detrás de Dinamarca, Italia, Alemania, Portugal e Irlanda. Y destaca no tanto lo elevado del precio sino la escalada que ha experimentado en los últimos años, ya que en el 2007, antes de la crisis, darle al interruptor en un hogar español era más de un 5 % más barato que el promedio comunitario. El índice de precios en este epígrafe ha subido casi un 18 % en solo ocho años. El recibo de la luz en España camina en sentido contrario que en los países más ricos de Europa, como Dinamarca, Alemania, Austria o los Países Bajos, donde la luz se ha abaratado sensiblemente durante los años de la crisis.