Errejón no dimite y pide a Iglesias el 40 % de los puestos en la ejecutiva de Podemos

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

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Zipi | EFE

Considera que puede defender el proyecto del secretario general, porque no es antagónico con el suyo

15 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Íñigo Errejón no dimite y exige a Pablo Iglesias que sus partidarios tengan el 40 % de los puestos en la nueva ejecutiva de Podemos. Sostiene que esa es la relación de fuerzas entre pablistas y errejonistas que salió de la votación de los inscritos para determinar la composición del Consejo Ciudadano. Señaló que le parecería «saludable» respetar esa proporción, pero en todo caso añadió que no es una decisión que le corresponda a él. En realidad, está en manos de Pablo Iglesias, que tiene el control del consejo ciudadano. Errejón quiere seguir siendo el portavoz parlamentario. «No es momento de dar pasos atrás, sino de dar pasos adelante», afirmó. El hasta ahora número dos de la formación morada está reuniéndose con Iglesias para llegar a un acuerdo sobre su futuro político y el de su equipo. Aunque perdió todas la votaciones en Vistalegre II, logró un tercio de los votos de las bases. El sábado se reunirá el consejo ciudadano, que determinará la composición de la ejecutiva.

Purga o unidad

Entonces se comprobará si Iglesias opta por purgar a quienes le han desafiado o atiende a la exigencia unánime de unidad de los asistentes a Vistalegre. Lo que parece claro es que Errejón no repetirá como secretario político, cargo que con toda probabilidad desaparecerá del organigrama. El secretario de organización, Pablo Echenique, se perfila como el nuevo número dos de la organización tras ser el segundo candidato con más puntos en la votación de los inscritos, por delante de Errejón.

Para ocupar la portavocía de la cámara baja la mejor colocada es Irene Montero, actualmente portavoz adjunta y jefa de gabinete de Iglesias. Errejón dijo ayer que será un «honor» mantenerse en ese puesto, aunque estará donde «sea más útil». «Estoy muy satisfecho de trabajo realizado. Si Pablo Iglesias y la nueva dirección considera que soy útil en estas posiciones, seguirá. Si se considera que hay compañeros más capacitados y que lo pueden hacer mejor», señaló.

Cree que no es incompatible con haber defendido una línea política diferente a la de Iglesias en la Asamblea Ciudadana, ya que, en su opinión, no eran «antagónicas». Se escuda en la fórmula «mandar obedeciendo» que aplicó a Iglesias cuando dijo que dimitiría como secretario general si perdía en Vistalegre. El líder de Podemos ha dicho que mantendrá a Errejón «en primera línea», lo que significa que quiere que forme parte de la ejecutiva, pero con un papel inferior al que tenía. Reforzado tras su contundente victoria, diseña una operación relámpago para reestructurar la organización del partido. Debe mantener la cautela para no dar la impresión de que desatiende el llamamiento a la unidad de las bases.