Pretende que desbarate una revuelta interna para buscar un candidato alternativo
16 feb 2017 . Actualizado a las 08:13 h.El candidato de la derecha francesa, François Fillon, se reunió ayer con su antiguo rival en las primarias, el ex presidente Nicolas Sarkozy, para intentar calmar la guerra interna que se desató en el partido con su escándalo de los empleos ficticios. Ex ministro y ex primer ministro se vieron durante una comida tras el regreso del primero a París después de un viaje a la a isla de La Reunión. Aunque no ha trascendido información sobre el encuentro, parece un movimiento defensivo del candidato para neutralizar el rechazo que genera entre las filas sarkozystas. Podría traducirse en que dará más peso en su estrategia al asunto de la seguridad, el más explotado por el expresidente en sus propias campañas, como deja traslucir la propuesta que anunció ayer mismo Fillon para rebajar la edad penal a los 16 años.
Desde su derrota en las primarias, Sarkozy se ha mantenido al margen de la actualidad política, enfrascado en sus propios problemas judiciales derivados de la reciente imputación por financiación ilegal de su campaña del 2012. El diario satírico Le Canard Enchaîné reveló, sin embargo, que su relación con Fillon no está en buenos términos y que se alegró de su caída en desgracia en un primer momento. Durante la campaña de las primarias, Fillon fue especialmente duro con Sarkozy, al que criticó por sus imputaciones en casos de corrupción. «¿Quién imagina al general de Gaulle imputado?», insistía subrayando que un candidato debe ser «intachable».
Durante su ausencia, los diputados más favorables a Sarkozy movieron los hilos para acabar con la candidatura de Fillon y convocar un buró político para pasar a un plan B. Según informó Le Monde, diecisiete sarkozystas se reunieron el martes para defender la «imposibilidad de hacer campaña» con el candidato actual. Entre los presentes estuvo Georges Fenech, el líder del movimiento «todo menos Fillon». Durante el viaje a Reunión, el presidente de la región Ródano-Alpes hizo circular una carta abierta a los parlamentarios de Los Republicanos (LR) solicitando la celebración de un buró político «para decidir las condiciones en las que podríamos recuperar la esperanza y la confianza del país».
Fillon llamó al orden durante una asamblea el martes, diciendo «comprender perfectamente los interrogantes» y desechando la idea del buró. «No va a ser no sé qué instancia del partido la que decida el candidato a las presidenciales». El ex primer ministro había prometido retirarse de la carrera al Elíseo si resultaba imputado en el caso del empleo ficticio de su mujer. Sin embargo, sus últimas declaraciones indican que ni en tal situación dejará de lado sus ambiciones. «Si hubiese un plan B serio lo dejaría, porque habría estimado que sería mi deber dejarle paso a alguien con mejores opciones que yo para ganar» mantuvo. «Pero no hay plan B y, si lo hubiese, lo habríais evocado aquí, delante de mí», zanjó.
Una filtración periodística reveló ayer que François Hollande no descarta una victoria de la líder ultraderechista Marine Le Pen ante la debilidad de sus rivales. Esto es lo que el presidente habría dicho en privado la semana pasada ante algunos allegados: el candidato socialista Benoît Hamon «no es serio»; el socio-liberal Emmanuel Macron «no es sólido», y Fillon «no puede seguir haciendo campaña» por los escándalos que se le achacan.