El presunto parricida, de 38 años, había amenazado a la madre de los niños con «hacer lo mismo que José Bretón» cuando estaban en trámites de separación
23 feb 2017 . Actualizado a las 10:05 h.Sergio Oliva, un sevillano de 38 años, ha sido detenido en Alemania como presunto autor de la muerte de sus dos hijos, de 4 y 5 años. Los hechos ocurrieron el pasado sábado en el domicilio del hombre en la localidad germana de Aurich, en la ciudad Vaihingen an der Enz, a unos 25 kilómetros de Stuttgart, según señala Diario de Sevilla.
Los niños estaban pasando el fin de semana con su padre, que estaba separado de la madre, de nacionalidad rusa, desde hace unos meses.
La madre de los pequeños acudió el viernes a la guardería a recogerlos, como era habitual, pero cuando llegó le comunicaron que ya los había recogido el padre. Llamó al progenitor por teléfono, quien le dijo que los pequeños estaban en su casa, descansando, y que pasara a buscarlos el domingo. Pero ella, tal como relató a sus allegados, sospechó que algo no iba bien y se dirigió al domicilio de su expareja.
Cuando llegó, alrededor de las 20.00 horas, vio manchas de sangre en la escalera de acceso al piso de arriba y en las paredes y, al subir, se encontró a Sergio Oliva sentado en el suelo junto a un charco de sangre y a su hijo mayor muerto en el sofá. Fue entonces cuando, a gritos, salió del domicilio y dio la voz de alarma a los vecinos. Pero los servicios de emergencias que acudieron al lugar no pudieron hacer nada por salvar la vida de los dos niños.
La autopsia reveló que los menores habían sufrido heridas de arma blanca y recibido golpes en la cabeza con un objeto romo.
Diario de Sevilla recoge que la progenitora tenía miedo de que Sergio Oliva hiciera daño a los niños, ya que contó que durante los trámites de separación él la había amenazado con «hacer lo mismo que José Bretón». Al parecer, él no aceptaba la separación. Aun así, el juez había dictaminado que los pequeños tenían que visitar a su padre de forma periódica.
Cabe recordar que José Bretón fue condenado a 25 años de cárcel como responsable del doble asesinato de sus hijos de 6 y 2 años, que desaparecieron en Córdoba el 8 de octubre del 2011.
El sospechoso habría declarado a la Policía alemana que varios delincuentes llegaron a su casa, mataron a los niños y le agredieron después a él, aunque los vecinos dijeron que no vieron a ninguna persona ni vehículo desconocidos y tampoco oyeron ruido de peleas ni del supuesto asalto.
El presunto parricida, que intentó autolesionarse después de los hechos, fue detenido por la Policía y permanece hospitalizado bajo custodia policial como sospechoso del doble asesinato.
La madre, de 34 años, permanece ingresada en otra área del mismo hospital, ya que está muy afectada emocionalmente por lo ocurrido y precisa de tratamiento psiquiátrico.
Los padres de los niños habían iniciado su relación sentimental en Sevilla hace más de seis años. Él, tal como apunta Diario de Sevilla, sufría depresiones continuamente, mientras que ella era quien mantenía a la familia. Los dos pequeños habían nacido en la ciudad hispalense.
Hace dos años, Sergio Oliva se había desplazado a Alemania y, tres meses después, pidió a su entonces pareja que se fuera con él. Ella se trasladó al país germano con los niños pero, tras numerosos problemas de pareja, decidió separarse.
Según aseguran los allegados de la madre, Sergio Oliva nunca quiso tener hijos e incluso llegó a pedirle que abortara cuando se quedó embarazada del segundo hijo. Sin embargo, sostienen que ante los demás se esforzaba en dar una imagen de buen padre, tal recoge el mismo medio.