Hollande se vuelca en una cruzada contra Marine Le Pen

Alexandra F. Coego PARÍS / CORRESPONSAL

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STEPHANE DE SAKUTIN | afp

No quiere ser recordado como el que pasó el testigo a los ultras

14 mar 2017 . Actualizado a las 07:46 h.

François Hollande lleva semanas recorriendo Francia en un esfuerzo por frenar el avance del ultraderechista Frente Nacional (FN). Desde su renuncia ha hecho una media de tres visitas oficiales por semana, la mayoría a los bastiones de la extrema derecha. Sin embargo, entre la tormenta de escándalos de François Fillon y la baja popularidad del presidente, su cruzada ha pasado desapercibida. Al menos hasta el sábado, dos días antes del decisivo primer debate entre los candidatos y a cuarenta días de la primera vuelta de las elecciones.

Hollande pronunciará un discurso en Crolles, al oeste del país, con sus recomendaciones y una advertencia: la del «peligro populista y nacionalista» que representa Marine Le Pen. El presidente dio un pequeño avance de su alegato el pasado sábado, durante la condecoración de uno de los hijos de su predecesor socialista François Mitterrand. Citando al expresidente, Hollande advirtió que «el nacionalismo es la guerra» y añadió que se trata de una «frase profética».

«Es su obsesión»

«Tan solo habla del FN, es su obsesión», confesó un miembro de su círculo cercano a Le Monde. No quiere pasar a la historia como el presidente que pasó el testigo a la extrema derecha. Con la izquierda socialista dividida entre Emmanuel Macron y Benoît Hamon, el partido está  debilitado y el presidente aislado. Ambos candidatos han intentado desmarcarse del balance de su Gobierno y la derrota de Manuel Valls en las primarias es un claro signo de descontento del electorado. «La izquierda tiene más oportunidades de ganar cuando está agrupada, unida, capaz de ir más allá de la diversidad de sensibilidades para llevar a cabo un proyecto común», lanzó Hollande en su discurso. Pese a sus esfuerzos, los sondeos auguran que Hamon no pasará a la segunda vuelta mientras que Le Pen parece tener su pase asegurado, con una base particularmente fuerte en comparación al resto de candidatos. 

Si bien su campaña contra el FN ha pasado desapercibida, su gestión de la visita del ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, ha sido duramente criticada. El Gobierno desató la polémica el pasado domingo cuando decidió no anular el mitin de Çavusoglu en la ciudad norteña de Metz destinado a promover el sí en el referendo constitucional para aumentar los poderes ejecutivos del presidente Recep Tayyip Erdogan. Las críticas vinieron tanto del FN como del centrista Emmanuel Macron y el conservador de Fillon, candidato que mañana declarará en los juzgados anticorrupción por los sospechosos contratos de su mujer y dos de sus hijos.