El padre del copiloto del avión de Germanwings niega que su hijo quisiera suicidarse

Redacción / Agencias

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Negó que Andreas Lubitz sufriera depresión y cuestionó la objetividad de los investigadores del accidente que acabó con la vida de 149 personas, cuando se cumplen dos años del siniestro

24 mar 2017 . Actualizado a las 12:39 h.

El padre del copiloto Andreas Lubitz, considerado el único responsable de estrellar hace dos años un avión de Germanwings con 149 personas a bordo, ha sostenido este viernes que su hijo no sufría una depresión en el momento de la tragedia.

«Quiero destacar que nuestro hijo no estaba deprimido en el momento de la caída», ha declarado Günter Lubitz en su primera aparición pública al cumplirse este viernes dos años de la tragedia, en la que ha presentado un informe criticando las conclusiones de la investigación.

Lubitz ha indicado que en los seis años que precedieron a la tragedia su hijo era una persona llena de vida y que se había recuperado totalmente de una depresión sufrida en 2008-2009.

Las autoridades judiciales de Alemania y Francia llegaron a la conclusión de que el copiloto de entonces 27 años desvió de forma deliberada el aparato que realizaba un vuelo entre Barcelona y Duesseldorf el 24 de marzo del 2015 en un acto suicida y destacaron que el joven había sufrido una depresión.

En una entrevista publicada el jueves por el semanario Die Zeit, Günter Lubitz cuestionó la objetividad de los investigadores. «Hubo a toda vista cosas que no fueron investigadas porque quizás no se quería investigarlas», sostuvo.

«Nuestro hijo era una persona muy responsable. No tenía motivos para planear y llevar a cabo un suicidio y menos aún de llevarse consigo a otros 149 inocentes», sostuvo.

Explicó que su hijo sí había sufrido una depresión que le fue diagnosticada en el 2009, pero que la superó y fue así como en el 2013 obtuvo un contrato como copiloto de Germanwings. La causa por la que habría acudido hasta a 40 médicos en los años siguientes era una «dolencia en los ojos», insistió.

A la intervención del padre del copiloto siguieron las explicaciones del periodista y experto en aviación Tim van Beveren, quien criticó que los investigadores establecieron la causa 48 horas después del siniestro «sin pruebas concluyentes». «Nunca vi algo así en los últimos 25 años», sostuvo al presentar un informe que le encargó la familia del copiloto Andreas Lubitz.

Beveren insinuó que no puede darse siquiera por probado que Lubitz se encerrase en la cabina, aprovechando una ausencia momentánea del piloto, y tampoco si esa persona estaba consciente mientras se le instaba a abrir la puerta.

Es la primera vez que la familia de Lubitz se manifiesta públicamente sobre el accidente del Airbus 320. Representantes de las víctimas reaccionaron indignados al anuncio de la rueda de prensa de Lubitz, que calificaron de «irresponsable» y «de mal gusto».

Lubitz sufría depresión

El vuelo 9525 de la compañía aérea alemana partió a las diez horas del aeropuerto de Barcelona con un piloto, un copiloto, cuatro miembros de tripulación de 144 pasajeros a bordo. Unos 40 minutos después se producía el impacto de la aeronave contra el macizo de Estrop.

Lubitz había sido diagnosticado tan solo un mes antes de un trastorno psicosomático y de ansiedad y, finalmente, el 10 de marzo un psiquiatra recomendó un tratamiento psiquiátrico hospitalario.

«En el día del accidente, el copiloto no debería haber volado debido a las recomendaciones de su doctor. Si hubiera seguido el reglamento, él mismo debería haberse declarado no competente y pedir el relevo», explicó el investigador jefe del organismo galo de investigación de accidentes aéreos, Arnaud Desjardin.

Lubitz se encerró en la cabina de mando durante el descenso, sin permitir el acceso a pesar de los intentos del resto de la tripulación, que intentaron acceder a través del teclado numérico, el interfono de la cabina y las comunicaciones de radio al percatarse de la trayectoria del avión.

Desde el atentado terrorista del 11-S en el 2001, se permitió el bloqueo del acceso desde el interior de la cabina aunque se introdujese el código numérico desde fuera y el contar con tres cámaras en el exterior desde las que los pilotos pudiesen controlar lo que sucedía en la puerta de acceso de la misma.

Tras el accidente, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés) adoptó una recomendación para que haya siempre al menos dos personas de la tripulación en la cabina del avión y se recomendó una vigilancia más estrecha de la salud de los pilotos de las compañías aéreas europeas.

Dos años de la tragedia

En Le Vernet está previsto que este viernes sea descubierto un objeto recordatorio a pedido de los familiares, que será instalado más adelante en el lugar del accidente, al que hasta ahora solo tienen acceso las autoridades. Oficialmente no se dieron detalles del objeto, pero el dominical germano Bild am Sonntag señala que se trata de una esfera dorada como un sol compuesta por 149 piezas forjadas por separado.

Zona de los Alpes franceses en donde se estrelló el vuelo de Germanwings el pasado año.
Zona de los Alpes franceses en donde se estrelló el vuelo de Germanwings el pasado año. BORIS HORVAT | AFP

También en la localidad de Haltern am See, cercana a Düsseldorf, se recordará a los 16 alumnos y las dos maestras del colegio Joseph König que perdieron la vida en la tragedia. El grupo regresaba de un intercambio con un colegio de una localidad cercana a Barcelona.

En el colegio estaba prevista una ceremonia de media hora y un minuto de silencio a las 10.41 horas, la hora del accidente, acompañada del sonido de las campanas de todas las iglesias de Haltern.

Familiares de las 50 víctimas españolas participaron este viernes en Barcelona en un acto y cumplieron un minuto de silencio en el aeropuerto de Barcelona.

La presidenta de la asociación de afectados por el vuelo GWI9592 en los Alpes, Silvia Chaves, ha explicado a Efe que algunos de los familiares y amigos aún reciben asistencia psicológica y ha pedido que se implementen medidas de control psiquiátrico en pilotos y profesionales con responsabilidades sobre otras personas para evitar que se repita una situación similar.

Más allá de las peticiones, la portavoz ha subrayado que se han sentido muy acompañados por la administración y la sociedad desde el primer momento, y ha pedido que este apoyo se mantenga.