De Alfonso, en la comisión de Fernández Díaz: «No reconozco ni el contenido ni el valor legal de las grabaciones»

Europa Press

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El exjefe de la Oficina Anifraude de Cataluña se presenta como una víctima del caso: «Fui cesado, sufrí amenazas e insultos y fui escupido por la calle»

05 abr 2017 . Actualizado a las 18:33 h.

Daniel de Alfonso, exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña, subrayó este miércoles en el Congreso que no tiene vinculación alguna con las grabaciones de sus conversaciones con el entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, en las que se hablaba de supuestas operaciones policiales, judiciales y mediáticas contra la oposición, asegurando que ha sido «víctima» de toda la polémica.

Ante la comisión de investigación sobre la supuesta utilización partidista del Ministerio del Interior, De Alfonso reconoció que se reunió dos veces con Fernández Díaz en el despacho del ministro, pero rechazó hablar de los detalles de esas conversaciones «coloquiales» porque no reconoce esas grabaciones, porque los fragmentos distribuidos están «manipulados» y porque no les da valor legal. En todo caso, quiso dejar claro que ni grabó esas conversaciones con el exministro, ni las custodió, ni las difundió, y apuntó que desconoce quién lo hizo.

De hecho, subrayó que «el que ha salido perjudicado» por su existencia es él. «Yo fui cesado, sufrí amenazas e insultos, fui escupido por la calle, sufría actos vandálicos en mis bienes, y además tuve que pedir el traslado a otra comunidad autónoma y separarme de mi familia», enumeró. «¿De verdad alguien puede pensar, en su sano juicio, que yo grabé, custodié o difundí esas grabaciones?», insistió.

«Ya me gustaría saber exactamente quién las grabó -dijo-. Intuyo que (fue) desde dentro, creo y espero que el ministro no, pero estoy convencido de que se ha hecho desde dentro del Ministerio». Respecto a la difusión admitió tener «dudas» de que pueda atribuirse también al ministerio, aunque aseguró estar convencido de que fue la persona que custodiaba las grabaciones las que las dio a conocer. «La persona que las custodiaba seguramente es quien ha cometido el delito -consideró-. No sé quién, quien tuviera la custodia, pero no sé quien es».

De Alfonso se preguntó además cómo le han podido «meter» en la denominada Operación Cataluña. «Si existía, yo no estaba dentro. En todo caso -reiteró-, he sido víctima, pero no miembro de esa operación». Si algo recalcó el exjefe de la Oficina Anifraude fue que considera que en Cataluña había «ánimo» de «atacar políticamente a alguien» y de destituir a una persona «incómoda» como él, que estaba haciendo tanto por «erradicar» la corrupción en esa comunidad.

Durante su intervención, De Alfonso quiso también dejar claro que durante su etapa al frente de la Oficina Antifraude no solo se reunió con el exministro del Interior, sino también con otros cargos públicos «de todos los signos y colores», entre los que citó, entre otros, al consejero catalán del Interio, con el que se encontró, según sus palabras, «numerosísimas» veces. «A veces hasta tres veces al día», indicó. También hizo hincapié en que los expedientes que se tramitaron en su etapa como director obedecían a denuncias recibidas, dejando claro que ninguno fue «fabricado», y recalcó que ni ha conocido ni conoce ninguna «policía política» contra Cataluña. «Al menos a mi nadie me ha hablado contra Cataluña, porque los que me conocen bien saben que no me he casado en política con nadie», declaró.

Durante el interrogatorio, De Alfonso aseguró que nunca se ha sentido «presionado» en su trabajo y negó sentirse «traicionado». Sí confesó haberse sentido «manipulado» y «víctima», aseguró intuir quién le ha manipulado y prefirió reservarse su identidad.